La “Familia Ignaciana” de la Provincia Argentina Uruguaya, está formada por los jesuitas y laicos que colaboran en forma conjunta en obras inspiradas en la espiritualidad ignaciana, sean o no de la Compañía de Jesús.
Se generan espacios de encuentro entre jesuitas y laicos para reflexionar sobre los temas que hacen a la misión, ya sea referidos al contexto, a las acciones propias de los diferentes apostolados, las circunstancias sociales emergentes, la realidad de pobreza en que vive más de la mitad de la población argentina, la propuesta de proyectos puntuales, etc.
EL TONTO Y LA MONEDA
Se cuenta que en un pequeño pueblo, un grupo de personas se divertían con el tonto del lugar, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía de hacer pequeños recados y limosnas.
Diariamente algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 reales y otra de menor tamaño, pero de 200 reales.
Él siempre cogía la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y este le respondió:
- Lo sé, no soy tan tonto, vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el jueguito acaba y no voy a ganar más mi moneda.
Esta historia podría acabar aquí, como un simple chiste,pero se pueden sacar varias moralejas:
- La segunda: ¿Cuáles eran los verdaderos tontos de la historia?
- La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
Pero la conclusión más interesante es: Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros mismos.
Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.
El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto, delante de un tonto que aparenta ser inteligente
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