El sacerdote Jesuita FRANCISCO XAVIER LAZCANO Sj. De familia emparentada con la de SAN IGNACIO DE LOYOLA, es considerado uno de los más importantes teólogos del siglo XVIII novohispano y uno de los más distinguidos teólogos marianos.

En este como en alguno de los otros linajes, se ha usado la verdadera ortografía del apellido: los Lazcano de la argentina, después de 1810, más o menos suprimieron la preposición “de” y cambiaron la “z” por la “s”. El Primer caso es el bisabuelo del General de la Soberana Orden de Caballería de San Ignacio de Loyola, "Don Francisco Javier de Lazcano e Igarzabal Francisco Javier de Lazcano e Igarzábal 2do de la 1ra rama  registró a su hija como "VICENTA LASCANO HERNÁNDEZ. Abuela materna del Dr D Carlos Gustavo Lavado Roqué Lascano. Explicable,  se debe sin duda al deseo de acortar la firma, pese atentado a las reglas gramaticales que tal decisión significa cuando se trata de apellidos solariegos – Como LAZCANO/LASCANO_ Según Lo expresa bien claro la gramática de la lengua española.


El padre jesuita Francisco Xavier Lazcano, nació en Puebla de los Ángeles el 22 de octubre de 1702. 

Estudió las letras humanas y la filosofía tanto en el Colegio de San Jerónimo como en el de San Ignacio, ambos en la ciudad poblana. 

Ingresó a la Compañía de Jesús el 22 de octubre de 1717. 

Enseñó retórica en el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo; filosofía en el de San Ildefonso de Puebla y teología en el de México.

Cabe destacar que de 1736 a 1762 regentó la cátedra de Francisco Suárez en la Real y Pontificia Universidad de México, sucediéndole otro jesuita el padre José Vallarta. Asimismo, fue bienhechor tanto del Colegio de niñas de Belén, como del Hospital de San Hipólito y el Colegio de la Compañía de María. Falleció el 13 de mayo de 1762 en la ciudad de México.

Dice el padre José Mariano Dávila y Arrillaga que Lazcano fue “uno de los más grandes Jesuitas de esos tiempos. Por su parte, Ignacio Osorio Romero señala que Lazcano fue uno de los grandes expositores de la teología de Francisco Suárez en la Nueva España. 

El padre Lazcano fue un prolífico escritor. Basta consultar los repertorios bibliográficos que tenemos en México sobre la época novohispana, para informarnos de las obras de este jesuita. 

Como ejemplo, menciono tres de ellas:

-“Indice practico moral, para sacerdotes, que confiessan moribundos…”, Imprenta de D. Gabriel Ramirez, Calle de Atocha, frente la Trinidad Calzada, Madrid, 1753. 

-Quizá la obra más importante de Lazcano es: “Ocusculum Theophilosophicum de Principatu, / seu Antelatione Marianae Gratiae, illud S. Joannis Damasceni Oratione prima de Nativitate Virginis Mariae circa principium explanans essatum: / Etinim natura Gratiae cedit, ac tremula star progredi non sustinens: quoniam futurumeras, ut Deigenitrix Virgo ex Anna oriretur, natura Gratiae foetum antevertere minime ausa est; verum tantisper expectativ, dum Gratia frauctum suum produxisset: / Ubi concordata Physica cum Theologia; / Natura cum Gratia: Scientia cum Religione, Scholasticam accendit facem ad primordialem Immaculatae Virginis Dei-genitricis in primo suae Concepcionis inssanti gratiam nonnihil illuminandam” (Ex Typographia Andreae Poletti, Venetiis, 1755 / previamente editado en México en 1750). Esta es una de las obras más importantes de mariología que se produjeron en la Nueva España. 

Gracias a esta obra el padre Lazcano es considerado uno de los más importantes teólogos del siglo XVIII novohispano y uno de los más distinguidos teólogos marianos.

-Otra obra singular dedicada a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús es: “Dia feliz en obsequio del amoroso Corazon de Christo Jesus Sacramentado. Añadidas al fin unas Alabanzas á su Dulcissimo Nombre…”, llegó a tener bastantes ediciones. 

Nicolás León cita una reimpresión de 1782, por la Oficina de los Herederos del Lic. D. Joseph de Jáuregui, México (“Bibliografía mexicana del siglo XVIII”, sección primera, cuarta parte, p. 299). Valverde Tellez, por su parte, cita dos ediciones: una de 1886, Imprenta de José María Monzón, León, Gto., y otra de 1891, Imprenta de Zenón Izquierdo, León, Gto. (“Bibliografía filosófica mexicana”, pp. 89-90). 

El padre Alfonso Méndez Plancarte cita una reimpresión de 1752, Vda. de Miguel de Ortega, Puebla (“El Corazón de Cristo en la Nueva España”, p. 93). 

La que citamos aquí y con el título “Dia feliz en obsequio del Sagrado Corazón de Jesús”, es una edición de 1839, Imprenta y Librería de Estévan Trias, Mallorca. 

A semejanza de lo que Santa Margarita Ma. Alacoque, en tanto que encargada de la educación de sus novicias, hacía a fin de “acostumbrarlas á que tuvieren siempre ante sus ojos al divino Corazón de Jesús, las proveyó de una imagen pequeña en la que se veía á este mismo sagrado Corazón, ardiendo entre vivas llamas, y resplandeciendo entre hermosísimas luces; cuya imagen se iban dando unas á otras diaria y sucesivamente. 

La que tenia esta alhaja en su poder, la llevaba secretamente en especiales obsequios al adorable Corazón de Jesús, hasta el dia siguiente, que pasaba á otra, y á estos días llamaron desde entonces <<felices>>”. 

El padre Lazcano preparó este santo ejercicio para que lo puedan “practicar con grande aprovechamiento de sus almas las personas religiosas en sus conventos, y las seglares en sus casas, y haciéndolo devotamente, y con una santa perseverancia, bien pronto esperimentaran así en vida con en la hora de la muerte el premio que ofreció el Señor á esta su amada esposa, que tanto se afanaba en los obsequios de su divino Corazón”. 

Para ello “se reunirán algunas personas devotas para obsequiar todos los días alternativamente al sagrado Corazón de Jesús en desagravios de tantas y tan graves ofensas como está recibiendo de continuo, especialmente en el adorable sacramento de la Eucaristía”.

 .

Su padre fue Antonio Lazcano, comerciante originario de la provincia de Guipúzcoa, y su madre, criolla, Rosa Altamirano, quien era bisnieta del conde de Santiago. Su familia estaba emparentada con la de SAN IGNACIO DE LOYOLA 

Ingresó a la Compañía el 22 de octubre de 1717. 

Durante dieciocho años fue catedrático de Moral y Sagrada Escritura en el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo de México. 

El 20 de julio de 1736, el claustro de la Real Universidad aprobó su nombramiento para asumir la cátedra de Teología, la cual conservó hasta su muerte. 

Fue calificador de la Inquisición. Fue consultor de virreyes y obispos. Contribuyó a la construcción y adorno de la Real Universidad. 

Fue bienhechor del Colegio de Niñas de Belén. 

Se puede considerar al padre Lazcano el principal exponente de la generación previa a la de los jesuitas de cara a la Ilustración: Abad, Alegre, Campoy, Clavigero, Landívar, Zeballos, entre otros, y sus exalumnos de San Ildefonso que en la Nueva España formaron parte del espacio público ilustrado, entre éstos, José Antonio Alzate y José Ignacio Bartolache. [...]

San Ignacio Lazcano de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que  el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo  Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.


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