Estados Unidos de América
La Orden de los Caballeros de Su Santidad el Papa "San Ignacio de Loyola", es jesuita laica, bajo la Bendición del General de la Compañía de Jesús, Padre Adolfo Nicolás, Coadjutores Jesuitas Temporales en la obra de Dios y de la "Societas Jesu" en la misión de Cristo, en obras inspiradas en el desarrollo, la justicia social, los derechos humanos de los pueblos el cuidado del medio ambiente y en la espiritualidad ignaciana, sean o no sus dignatarios de la Compañía de Jesús) click..
Quiénes somos
Quiénes somos
Los Caballeros de la Orden , soldados de Dios, somos jesuitas laicos, hombres y mujeres de frontera, dispuestos a estar en aquellos lugares donde hay situaciones de injusticia, donde otros no pueden o no quieren estar, donde se puede tener un efecto multiplicador en bien de la misión. Hombres preparados para responder a las necesidades de nuestro mundo, solidarizándonos con las víctimas de esta historia y así acompañar a Jesús rumbo a la cruz. Somos Compañeros de Jesús, amigos para la misión, y estamos al servicio de la Mayor Gloria de Dios. Herederos de Misioneros y educadores, viajeros y descubridores, cartógrafos y geógrafos, hombres de teología y espada, de ciencia y espiritualidad, conspiradores políticos o pacificadores, los jesuitas han sido, desde la fundación de la Compañía de Jesús una de las órdenes religiosas más importantes y controvertidas de la cristiandad; efectivamente, un grupo muy influyente a nivel mundial.
(dijo Lord Maculay)
Bandera de las Américas, adoptada como símbolo de las Américas
por la séptima conferencia internacional Americana de
Montevideo el 13 de diciembre de 1933
Por Tracey Primrose - Traducido por Elisabet Díaz
Para leer el artículo en inglés, haga clic aquí.
El padre jesuita Robert Hussey es el nuevo
provincial de los jesuitas de la provincia de Maryland, un profesor veterano de
economía que además es bilingüe y por lo tanto es capaz de exponer los
conceptos más sofisticados de economía tanto en inglés como en español. A más, aparentemente, es bueno montando en burro...
P. Hussey viene de servir durante seis años en la
diversa parroquia de St. Raphael en Raleigh, en el estado de Carolina del
Norte. Una de las fechas más señaladas en el calendario litúrgico de la parroquia es la misa de
Domingo de Ramos que se lleva a cabo en español. Durante la liturgia se
escenifica la entrada de Jesús de Nazaret a Jerusalén. El padre Hussey se
sentía afortunado de representar a Jesús pese a que cuando estaba encima del
burro e intentando que éste colaborara, se reía para sus adentros pensando
“esto no estaba en el panfleto sobre la vocación religiosa”.
Pero lo cierto es que en 25 años de servicio como jesuita han habido innumerables momentos de alegría, ganas de vivir y momentos que nutren el alma que jamás podrán ser plasmados por escrito en un panfleto de vocación jesuita.
El padre Hussey creció en Baton Rouge en el estado de Luisiana, siendo el mayor de cuatro hermanos. Su padre era profesor de física enla
Universidad Estatal de Luisiana y su madre una maestra que
acabó siendo la directora de la institución secundaria donde enseñaba. Sus
padres se conocieron el grupo de estudiantes católicos de la universidad.
La primera vez que salieron fue un viaje de servicio a una leprosería local. Un comienzo prometedor.
Durante su tiempo en Duke el P. Hussey "descubrí que tipo de católico quería ser como adulto. Abordar una fe y una práctica tan vinculada a mi familia ahora que estaba yo solo.” P. Hussey era muy activo en su parroquia local y estaba entusiasmado con el papel que podría jugar como laico, pero un retiro sólo para hombres cambió los planes. Él estaba seguro que ese retiro iba a confirmar su posición como compañero laico, sin embargo, se identificó muy fuertemente con el seminarista y el sacerdote que dirigían el retiro. Como buen economista, se puso serio y exigente al analizar todas las opciones antes de decidir que Dios le llamaba a servir con los jesuitas.
Pero lo cierto es que en 25 años de servicio como jesuita han habido innumerables momentos de alegría, ganas de vivir y momentos que nutren el alma que jamás podrán ser plasmados por escrito en un panfleto de vocación jesuita.
El padre Hussey creció en Baton Rouge en el estado de Luisiana, siendo el mayor de cuatro hermanos. Su padre era profesor de física en
La primera vez que salieron fue un viaje de servicio a una leprosería local. Un comienzo prometedor.
P. Hussey afirma que la fe fue una parte importante
de la vida familiar. Asimismo también era importante en la comunidad donde
creció. En la década de los setentas, Batón Rouge era predominantemente
católica, las madres del barrio se turnaban para dar clases de catequismo a los
niños y éstos se dirigían alegres con sus bicicletas a estas citas
semanales.
La idea de su vocación religiosa entró por primera
vez su mente de P. Hussey durante sus estudios en la Catholic High School
de Baton Rouge. Pero su verdadera vocación apareció con fuerza años más tarde.
Antes de eso, se licenció de economía en la Universidad Estatal
de Luisiana y cursó estudios de doctorado en la Universidad de Duke en
el estado de Carolina del Norte.
Durante su tiempo en Duke el P. Hussey "descubrí que tipo de católico quería ser como adulto. Abordar una fe y una práctica tan vinculada a mi familia ahora que estaba yo solo.” P. Hussey era muy activo en su parroquia local y estaba entusiasmado con el papel que podría jugar como laico, pero un retiro sólo para hombres cambió los planes. Él estaba seguro que ese retiro iba a confirmar su posición como compañero laico, sin embargo, se identificó muy fuertemente con el seminarista y el sacerdote que dirigían el retiro. Como buen economista, se puso serio y exigente al analizar todas las opciones antes de decidir que Dios le llamaba a servir con los jesuitas.
Desde el principio se sintió atraído por la
espiritualidad de los jesuitas que según él, "una manera de afirmar y
vincularse al mundo, una manera de orar que me da la vida”. Tras terminar el
doctorado en 1989 ingresó en el noviciado de Wernersville, Pensilvania.
A lo largo de su formación jesuita de 11 años, el P.
Hussey siguió vinculado con actividades relacionadas con economía, en una
ocasión fue profesor de una asignatura de economía para estudiantes de
postgrado en Santiago, Chile. Pese a que no hablaba una palabra de español la
experiencia fue un éxito. Tras varios meses estudiando intensivamente el idioma
acabo soltándose en español en las clases, lo que fue toda "una lección de
humildad". Durante su tiempo libre hacía trabajo pastoral con los pobres.
Después de servir durante un año antes de su
ordenación en el 2000 como diácono en la parroquia de St. Ignatius en la
ciudad de Chestnut Hill, en el estado de Massachusetts, el P. Hussey entendió
algo importante acerca de sí mismo: él ama predicar. Pese a que él admite que
nunca pensó que predicar fuera uno de sus talentos naturales ahora se siente
muy feliz de “ayudar a que las escrituras cobren vida para la gente”. Además a
veces y cuando procede, incluye en sus sermones conceptos de economía
recordando a los feligreses que el "OPV más importante en la historia es
Pentecostés ya que Cristo tomó su gran empresa pública”.
Durante cinco años tras la ordenación fue profesor
adjunto de economía en la
Universidad de Georgetown en Washington D.C. donde disfruté
de “trabajo maravilloso”. P. Hussey estuvo ocupado enseñando e investigando en
una vibrante comunidad académica. Sin embargo, consciente de su vocación
pastoral iba una vez a la semana a dar una misa en español en una cárcel de la
ciudad. Recuerda que “los muchachos allí estaban hambrientos” y que “una de las
principales características de su experiencia como jesuita es que puede ser
estar caminando en diferentes realidades pero que todas pertenecen al mismo
hogar”. Pese a recuerda que su labor como profesor de economía muy
gratificante, P. Hussey extrañaba estar a tiempo completo en trabajos
pastorales y en 2008 fue asignado como el pastor de St. Raphael. Una gran
parroquia que sirve a 3.900 familias tiene una escuela K-8 y un programa
floreciente dirigido a la comunidad hispánica.
Así pues, el sacerdote-economista empezó a dirigir una pequeña empresa
de más de ochenta personas. Tomaba toda clase de decisiones desde construir un
nuevo espacio para actividades hasta remodelar la rectoría que tenía más de 200
años de antigüedad. Pero lo más importante, daba el sermón a sus feligreses y
lo hacía tanto en español como en inglés. “Para muchos hispanos, la parroquia
es un punto de apoyo en una tormenta. Es el lugar que les pertenece cuando
sienten que nada les pertenece. Tener un lugar que sea como un hogar para
celebrar en su propio idioma es clave.” Amaba cada parte de esa empresa pero
especialmente predicar en español.
Ahora él está listo para emprender un nuevo desafío.
Uno que mezcla su amor a la actividad pastoral con sus capacidades de líder. P.
Hussey va a ser el provincial de los jesuitas de la provincia de Maryland. Va a
estar a cargo no sólo de los jesuitas de la región pero también de la misión de
la Compañía
de Jesús.
.
Hasta la fecha, cuatros “p” has definido al padre
Hussey y su vida como jesuita: padre, pastor, predicador y profesor. Con esta
nueva designación habrá que añadir la “p” de provincial a lista.
Listo para tomar otro desafío declara “yo amo a
Dios, amo lo que desempeña y sobretodo amo ser parte de compartir estas buenas
noticias”.
¿Quieres saber más acerca de las vocaciones a la Compañía de Jesús? Visite www.jesuitvocations.org para más información.
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