jueves, 21 de abril de 2022

23 DE ABRIL DÍA DE SAN JORGE. Ese día en el año 1969 fuí cruzado "Caballero del Ejército de la República Argentina". Soberana Compañía de Loyola

 Soberana Compañia de Loyola








Luego de un esfuerzo en el Curso Preparatorio, pude elegir el Arma de Caballería por  ORDEN DE MÉRITO. Promoción 103 - año 1969





23 será el Día de la Caballería. Algo de nostalgia de los años de cadete del Colegio Militar.

"Una de las cosas más comunes en el instituto eran los duelos de canciones. Cada arma tenía su marcha y normalmente, cuando nos desplazábamos formados (así íbamos a todos lados, por la Avenida Coronel Justo, nada de ir caminando individualmente como personas normales) íbamos marchando y cantando.

Entonces, cuando nos cruzábamos con una fracción de otra arma se armaban unos duelos increíbles en los que, más que cantar, nos desgañitábamos gritando, con la idea de tapar a los de enfrente. A veces hasta les hacíamos perder el paso. El estribillo de “Arriba jinetes”, que era nuestra canción, permitía hacer un paso muy lento y cadenciado, marcando fácilmente cada sílaba con un grito. ¡¡¡¡Aaaaa laaaa caargaaa, fue el gritooo de gueeeerraaaa, queeeee en laaa Paaaatria vibraaaaante se oyóoooo. Aaaaa laaaaa caaaargaa, quee tiembleee la tieeeeerra, Aaaa veeeenceeer o aaaaa moriiiiiir, escuadróooooooon!!!! Todavía me emociono al recordarlo. Esos duelos nos encantaban, aunque no siempre terminaban bien, porque si a juicio del que comandaba la formación no habíamos tapado a los de otras armas, entonces salíamos a los “cuerpo a tierra”.
Cnl (R) D Jorge Tisi Baña. Prom 104

"La Caballería es una fuerza militar montada a caballo y junto con la Infantería constituyen los elementos básicos de combate cercano. En el momento de mi ingreso al Colegio Militar, la Caballeria claramente constituía la élite del Ejército, lo que en modo alguna la hacía mejor. Otros dirán que era una “trenza”. No lo voy a discutir. Lo cierto es que los oficiales de Caballería nunca se caracterizaron por ser los primeros de sus promociones, sin embargo eran los que por esos años conducían al Ejército. Habrá muchas explicaciones para eso y todas son aceptables. Creo que la principal es que la Caballería de ese entonces, era la que tenía los “fierros”, y esa es mi interpretación. En esa época los oficiales de Infantería representaban casi el 40% de los egresados del Colegio Militar, contra algo menos de un 25% de los de Caballería, pero al llegar al grado de general de brigada los porcentajes se equiparaban en un 30%, y ya en el grado de general de división el porcentaje de provenientes de la Caballería (40%) equivalía a los de Infantería y Artillería sumados (20% cada uno). Las cifras eran todavía más elocuentes si tomábamos en cuenta la cima de la pirámide del Ejército: los cuatro últimos Comandantes en Jefe cuando yo ingresé al Colegio, habían pertenecido al arma de Caballería. Onganía, Pistarini, Alsogaray y Lanusse. Eso se modificó significativamente después, pero era así en las décadas del 60 y 70".

Cnl (R) D Jorge Tisi Baña. Prom 104


Comandante Principal (R) D Carlos Gustavo Lavado Roqué Lascano Ph.D, ex Cadete del Esc C CMN (Prom 103), ex J Div Seg Objetivos Nucleares (Dirección de Operaciones GNA) y ex J Div Seg Objetivos Estratégicos (Dirección General de Seguridad GNA). República Argentina. Ley de Defensa Nacional N° 23.554, Art 31. Primer Oficial de  Comunicaciones de la Gendarmería Nacional Argentina Diplomado en Defensa Nacional. Ex presidente del Centro de Egresados Ex Ec Nacional de Guerra/ Ex Ec Def Nac.

martes, 19 de abril de 2022

SEMANA SANTA EN AYACUCHO, PERU. SOBERANA COMPAÑÍA DE LOYOLA, SE HA RENOVADO LA FE RELIGIOSA. POR S.E. DOÑA HILDA VICTORIA PALERMO CABREJOS





Después de casi dos años de pandemia, la Virgen María se reencontró con su hijo, Jesús, en la calle de la Amargura, en la ciudad de Huamanga, Ayacucho, a este momento se le conoce como el ¨Miércoles de Encuentro¨, en el que las imágenes de ambos se inclinan para consolarse, Jesús está con el rostro ensangrentado y su madre, asume el sacrificio de su hijo por la humanidad. Este momento es sobrecogedor, los coros cantan en quechua y la población llena de aroma de incienso la plaza. Además los acompañan las imágenes de San Juan y de la Verónicaen todo su recorrido hasta la Catedral, sobre alfombra de flores. Esta es parte de la Semana Santa que se celebra en Ayacucho. 

Aunque se presume que esta fecha religiosa vino como actividad del proceso de evangelización, no existe tal certeza hasta el SXIX que se hacía coincidir con actividades mercantiles como la feria del guano.

La semana estaba organizada de la siguiente manera:

Domingo de Ramos

Lunes y martes, pequeñas procesiones, que luego  se suspendieron

Miércoles, de Encuentro, Jesús con su madre

Jueves,visita a las iglesias

Viernes, procesión de la Virgen de la Soledad

Sábado de Gloria

Domingo, Pascua de Resurrección.

Esta distribución trajo aparejada una competencia interinstitucional porque cada día era encomendado a determinada institución del Estado que presentaba lo mejor y también trajo un reacomodo social y económico de la ciudad, incluido el género, como la procesión de Viernes Santo, sólo caballeros.

Actualmente, hay algunos cambios en el rito y la liturgia que se han ido adaptando a los tiempos. Sin embargo, algunas tradiciones aún se conservan, como el día de la procesión del Santo Sepulcro, la población se viste de luto y se oscurece la ciudad, en señal de respeto,se encienden los cirios y  la urna ingresa a la plaza principal, seguida de la Dolorosa, mientras se entonan cantos fúnebres.

Al parecer, en la actualidad, después de casi tres años, se ha renovado la fe religiosa, llegaron más de 23 mil personas a la ciudad de Huamanga para estar presentes en esta actividad religiosa, destacándose la presencia de numeroso jóvenes, que al  día siguiente se unirían a las comparsas para festejar la Resurrección de Cristo.

La Semana Santa también ha permitido la reactivación económica de la región al poner al punto la infraestructura hotelera y servicios anexos, impulso a la artesanía, al transporte, restaurantes, etc. 


Don Carlos Gustavo Lavado Ruíz y Roqué Lascano, es miembro fundador del Instituto Cultural Argentino Peruano, Siendo sus Presidentes Fundadores por la República Argentina el Señor Grl Br (R) D Francisco Rivardo Salas, y por la República del Perú S.S. la Señora Embajadora Judith de la Mata


domingo, 17 de abril de 2022

FELICITACIONES A S.E. CAB DR D RICARDO VANELLA POR HABER REALIZADO EL CURSO DE OPERACIONES CONJUNTAS INTERAGENCIALES. SOBERANA COMPAÑÍA DE LOYOLA

Excelente curso de Operaciones Conjuntas Interagenciales. Destacados profesores y participantes. Mi agradecimiento para: William J. Perry Center For Hemispheric Defense Studies National Defense University

 


 GENERAL SOBERANA COMPAÑÍA DE LOYOLA
FUNDADOR DE LA ORDEN DE CABALLERÍA


San Ignacio Lazcano de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que  el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo  Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.

ordendeloyola@gmail.com

El General Martín Miguel de Güemes no fue un defensor de frontera Fue el Supremo Defensor de la Independencia declarada en Tucumán el 9 de julio de 1816. Colaboración de SE DGC Prof María Cristina Fernández (Macacha) Soberana Compañía de LOYOLA

 


Al cumplirse el bicentenario del nacimiento del Grl. Martín Miguel de Güemes, el historiador salteño Luis Oscar Colmenares, el autor destaca que a mediados de 1820 los dos poderes políticos de las Provincias Unidas y el Ejército Auxiliar del Alto Perú se encontraban disueltos. 

San Martín se aprestaba a zarpar desde Valparaíso (Chile) hacia las costas del Perú, comandando la Expedición Libertadora Argentino-Chilena. 

En estas circunstancias San Martín nombró General en Jefe del Ejército de Observación a Martín Miguel de Güemes. En uno de los párrafos de su comunicación, San Martín expresaba: A V.S. corresponde desempeñar, con la dignidad que sabe, las delicadas funciones de esta superior calificación militar. Me obligo solemnemente a pagar cuantos auxilios se presten a V.S. en favor del Ejército, desde luego que nos posesionemos del Perú, y a tener en la mayor consideración a los voluntarios prestamistas. 

Por su parte, el Director Supremo de Chile, Bernardo de O’Higgins escribió a Güemes: Sólo me falta agregar que el gobierno de Chile sale garante a V.S. del modo más solemne, de que serán religiosamente cumplidas cuantas promesas hubiere hecho o hiciere a V.S. el Excelentísimo general don José de San Martín. 

En consecuencia, Güemes, quien gobernaba la Provincia de Salta, se abocó a reunir los hombres y recursos necesarios para el cumplimiento de la misión asignada, recurrió a los gobiernos de las otras provincias, de los cuales recibió escasa o nula ayuda, aun cuando todos reconocieron su designación como Jefe del Ejército de Observación en auxilio de San Martín. 

Colmenares expresa lo siguiente. El prócer adoptaba cuanta medida consideraba adecuada para el éxito de la Expedición. El 3 de diciembre envió al coronel José Miguel Lanza, con cuatro oficiales, al Alto Perú. Lanza y sus colaboradores llegaron a Inquisivi –a 87 Km de la ciudad de La Paz- el 13 de febrero de 1821. 

Se pusieron en comunicación con el teniente coronel Guillermo Miller, oficial del ejército sanmartiniano, quien había ocupado Arica. Lanza pudo formar en Inquisivi una división de 300 hombres, con la cual sostuvo varios combates exitosos. 

A mediados de diciembre de 1820, Güemes se dirigió al Cabildo de Salta, requiriéndole la designación de un gobernador delegado, dado que debía partir comandando el Ejército de Observación. 

Fue designado el Dr. Ignacio Gorriti. A fines de diciembre la vanguardia al mando del coronel Alejandro Heredia, ya se encontraba en Humahuaca esperando la orden para avanzar. En lugar de avanzar, Güemes dispuso que retrocediera y se dirigiera a Tucumán. 

El gobernador Bernabé Aráoz se había negado a hacer entrega del parque del Ejército Auxiliar y había atacado al gobernador de Santiago del Estero, Felipe Ibarra. Este gobernador había informado a Güemes que a causa del ataque de Aráoz, estaba impedido de enviarle la ayuda prometida para el Ejército de Observación. 

Frente a tal situación, Güemes decidió comandar todas sus fuerzas y avanzar sobre Tucumán, para lo cual obtuvo el consentimiento de la Asamblea Electoral y del Cabildo de Salta. Pretendía auxiliar a Ibarra, recibir la ayuda santiagueña y tomar posesión del Parque para partir hacia el Alto Perú.

En su avance sobre Tucumán Güemes venció a una división de Aráoz en Acequiones y llegó hasta la localidad tucumana de Tapia. Allí delegó el mando en Alejandro Heredia y regresó a su provincia. 

Las fuerzas salteñas fueron vencidas por las tucumanas en el Rincón de Marlopa, el 3 de abril de 1821. Mientras tanto, el general Pedro Antonio Olañeta, al enterarse de las disputas entre Güemes y Aráoz, dispuso que su vanguardia avanzara hacia la ciudad de Jujuy. 

Cuando el gobernador delegado, José Ignacio Gorriti supo de la invasión a Jujuy, reunió todas las fuerzas que pudo y se dirigió sigilosamente al encuentro de la vanguardia enemiga. 

El 29 de abril de 1821, llamado el Día grande de Jujuy, Gorriti rodeó y apresó a los integrantes de la vanguardia española, tomando alrededor de 400 prisioneros. Al conocer lo ocurrido, Olañeta retrocedió hasta su Cuartel en Tupiza. 

Al tomar conocimiento de la derrota de su ejército, Güemes se dirigió hacia Tucumán, encontrando a sus fuerzas en Rosario de la Frontera. 

Desde allí dispuso que el jefe de la vanguardia, coronel Jorge Enrique Vidt, avanzara nuevamente. En su avance, Vidt había llegado hasta Los Nogales, a 15 km de la ciudad de Tucumán, cuando Güemes se enteró que sus opositores salteños se habían apoderado del gobierno, el 24 de mayo de 1821, y lo intimaban a abandonar la provincia. 

La respuesta de Güemes fue regresar a la ciudad de Salta, con alrededor de 500 hombres. Llegó el 31 de mayo y ante su sola presencia las fuerzas con que contaban sus opositores se desbandaron. 

Güemes hizo numerosos prisioneros, pero la mayor parte de los cabecillas –que eran cabildantes y comerciantes- huyeron hacia Tucumán a ponerse bajo la protección de Bernabé Aráoz. 

Pero uno de los más caracterizados revolucionarios, Mariano Benítez, huyó hacia el norte por Los Yacones y luego por la ruta del Despoblado, fue en busca del ejército español. 

Olañeta también se enteró de la revolución contra Güemes y resolvió avanzar de nuevo por la Quebrada de Humahuaca. 

Y sin tener conocimiento de que el prócer había vencido a los revolucionarios, envió una fuerza integrada por infantes, al mando del teniente coronel José María Valdés, con el propósito de que llegara hasta la ciudad de Salta sin que se notara su avance. 

El objetivo de Olañeta era ponerse en comunicación con los revolucionarios para proponerles que lo eligieran a él gobernador y liberaran a todos los prisioneros españoles detenidos por Gorriti en Jujuy, a cambio de la protección que les brindaría contra Güemes. 

En la ruta del Despoblado, Valdés se encontró con Mariano Benítez, quien le hizo saber que Güemes había recuperado el poder. Entonces el jefe español decidió seguir avanzando, guiado ya por Benítez, con el propósito de tomar prisionero a Güemes. 

El 7 de junio de 1821 Valdés tomo posesión de Salta, estando Güemes en la ciudad. Juntamente con Benítez había tomado las medidas del caso para impedir que los partidarios de Güemes pudieran avisarle del avance español, logrando plenamente su objetivo. 

Güemes intentó forzar el cerco con parte de su escolta y lo logró pero fue mortalmente herido en la acción. Pudo seguir montando en su caballo hasta la Cañada de la Horqueta –un lugar selvático situado a unos 30 km de la ciudad, adonde no podía llegar quien desconocía la zona- donde falleció el 17 de junio de 1821. 

Conclusiones Colmenares concluyó su exposición afirmando que la oposición de Bernabé Aráoz, junto a la de los pudientes salto jujeños, impidió que el Ejército de Observación partiera hacia Lima, pese a que una avanzada ya estaba actuando en proximidades de La Paz al mando del coronel Lanza y de que la vanguardia de este ejército había llegado a Humahuaca. 

La muerte de Güemes significó el éxodo de los alto peruanos que luchaban junto al prócer y el debilitamiento de la resistencia en la región, por lo cual en 1825 Sucre fue recibido como su libertador. La muerte de Güemes privó a San Martín del auxilio de salto jujeños, motivó el alejamiento de San Martín del Perú y el desmembramiento de las Provincias Unidas de América del Sur. 

Colmenares destacó que Güemes nunca fue un defensor de la frontera norte de la actual República Argentina y que merced a las penurias sin par de salto jujeños y de su propio sacrificio, fue siempre el Supremo Defensor de las Provincias Unidas de Sudamérica, declarada por el Congreso de Tucumán el 9 de julio de 1816.

S.E. Prof Doña María Cristina Fernández
Dama Gran Cruz Soberana Compañía de Loyola


  Roque es un nombre de origen germánico que significa "fuerte como la roca" o "roca sólida". Este nombre refleja caract...