SOBERANA COMPAÑÍA DE LOYOLA
“Tcnl D José María Rojas Argerich”
Felipe VI de Borbón tendría la
legitimidad histórica tradicional como heredero al trono peruano solo en el
eventual caso de que este país decidiera volver a ser parte de España. En otro
caso no podría. Esto tendría total legitimidad ya que en los países occidentales
impera el derecho de sucesión europeo y no otro. Este principio es lo que los
monárquicos hispanistas de América defienden.
¿Por qué sería legítimo?
En primer lugar porque durante el
Proceso de la Conquista que ocurrió en el siglo XVI los Reyes Naturales o
Señores de los pueblos de América de una u otra manera, ya sea pacíficamente o
violentamente, aceptaron ser vasallos de Carlos I y cedieron su poder político
al soberano europeo. A esta transferencia de poder se le llama “translatio
imperii” en el derecho romano.
Por esta razón es que Felipe VI de
España ostenta hasta la actualidad el título de “Rey de las Indias
Occidentales, Islas y Tierra Firme del Mar Océano” refiriéndose a la soberanía
histórica sobre la América hispana.
¿Rey del Perú?
Hay que aclarar que el Perú no es lo
mismo que el Tahuantinsuyo o Incario, el Perú es una creación de Carlos I, de
allí la primacía de la cultura castellana y europea. Hubo un tiempo en que el
Perú llego a coexistir con lo que quedaba del Tahuantinsuyo (Reyno de
Vilcabamba). Entendiendo esto, aquel reino o virreinato desde su origen tuvo
como monarca a Carlos I de la Casa de Austria y el heredero actual de ese
monarca es Felipe VI de Borbón.
Antecedentes:
En el año de 1560 el soberano Sayri
Túpac Inca renunció ante el Virrey del Perú a sus derechos al “Imperio del
Perú” (una manera occidental de referirse a los 4 Suyos) en favor del rey
Felipe II y de sus sucesores a cambio de una Encomienda y otras gollerías.
Desde este momento se hace valer el principio romano del translatio imperii por
el cual los Austrias eran considerados reyes legítimos del Perú.
¿Qué impide a Felipe VI recuperar el
trono de este país?
El Perú se convirtió en el siglo XIX
en un Estado Republicano Soberano, por ende ya no es parte de España. Su
sistema prohíbe la existencia de reyes y nobles. Además el Tratado de Paz y
Amistad firmado por la reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena en 1879
no permite el reclamo a derechos políticos en el Perú por parte de cualquier
ciudadano español, eso incluye a Felipe VI de Borbón.
Otro punto en contra es que la
mayoría de peruanos, formados en la cultura republicana, no reconocerían la
legitimidad de Felipe VI como monarca del Perú. El sentimiento de adhesión
hacia los Borbónes se perdió a finales del siglo XIX.
Referencia:
.- Corte de virreyes, Eduardo Torres
(2006).
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