La Orden de los Caballeros de Su Santidad el Papa "San Ignacio de Loyola", es jesuita laica, bajo la Bendición del General de la Compañía de Jesús, Padre Adolfo Nicolás, Coadjutores Jesuitas Temporales en la obra de Dios y de la "Societas Jesu" en la misión de Cristo, en obras inspiradas en el desarrollo, la justicia social, los derechos humanos de los pueblos el cuidado del medio ambiente y en la espiritualidad ignaciana, sean o no sus dignatarios de la Compañía de Jesús) click..
Quiénes somos
Los Caballeros de la Orden , soldados de Dios, somos jesuitas laicos, somos hombres y mujeres de frontera, dispuestos a estar en aquellos lugares donde hay situaciones de injusticia, donde otros no pueden o no quieren estar, donde se puede tener un efecto multiplicador en bien de la misión. Hombres preparados para responder a las necesidades de nuestro mundo, solidarizándonos con las víctimas de esta historia y así acompañar a Jesús rumbo a la cruz. Somos Compañeros de Jesús, amigos para la misión, y estamos al servicio de la Mayor Gloria de Dios.
(dijo Lord Maculay)
Bandera de las Américas, adoptada como símbolo de las Américas
por la séptima conferencia internacional Americana de
Montevideo el 13 de diciembre de 1933
Persiste una estructura desfavorable en
el comercio exterior, se exportan más toneladas que se importan, y se vende
mucho más barato por tonelada que lo que se compra. Y esa gran exportación
física no consigue ya pagar las importaciones o lo consigue apenas. Las
balanzas comerciales de estos países medidas en dinero están ya en déficit,
excepto en Argentina, que tiene todavía con un pequeño superávit. Por Joan
Martínez Alier*
En toda
Sudamérica hay enormes exportaciones en volumen (toneladas de petróleo, carbón,
mineral de hierro, soya, madera, cobre…) y sin embargo varios países (Brasil,
Colombia, Perú, Venezuela, Argentina, Ecuador) no logran apenas pagar sus
importaciones. Argentina está entre caer o no en déficit comercial. Colombia,
Brasil, Perú, Ecuador ya lo hicieron en 2013 y principios de 2014. Sus
exportaciones no pagan sus importaciones. Un ejemplo: Colombia vende al
exterior unas cinco veces más toneladas que lo que compra de él, y sin embargo
no puede pagar sus importaciones con las exportaciones que, en este caso, son
en buena parte de carbón.
Persiste
una estructura desfavorable en el comercio exterior, se exportan más toneladas
que se importan, y se vende mucho más barato por tonelada que lo que se compra.
Y esa gran exportación física no consigue ya pagar las importaciones o lo
consigue apenas. Las balanzas comerciales de estos países medidas en dinero
están ya en déficit, excepto en Argentina, que tiene todavía con un pequeño
superávit.
Un
reciente artículo publicado por la Flacso-Ecuador (de Pablo Samaniego, María
Cristina Vallejo y yo mismo) con el título Déficits comerciales y déficits
físicos en América del Sur llama la atención sobre esos hechos, fruto de una
equivocada política extractivista. Nuestro artículo va a contracorriente de los
entusiasmos generados por la evolución favorable en los términos de intercambio
en los inicios del siglo XXI en América del Sur. Al analizar en detalle tres
países andinos (Colombia, Ecuador y Perú) comprobamos que ciertamente existió
una mejora en los términos de intercambio, pero que en 2012-2014 toca a su fin.
Da lo
mismo que los gobiernos sean nacional-populares o neoliberales. En Brasil y
Argentina, al igual que en esos otros países y en Venezuela, las exportaciones
son persistentemente mayores que las importaciones (en toneladas). Sin embargo,
Brasil ya entró en déficit comercial entre enero y marzo de 2014 de 6.072
millones de dólares, el mayor para un trimestre en 21 años, mientras Argentina
ha visto casi desaparecer su superávit comercial entre 2012 y el primer
trimestre de 2014. Y eso a pesar que la moneda de ambos países se ha estado devaluando,
en un intento por exportar todavía más cantidades y de frenar importaciones.
Existe
estructuralmente una relación de intercambio desfavorable que se observa en dos
ámbitos: por una parte, se registran persistentes déficits físicos, es decir,
se exportan más toneladas de materiales que se importan. Lo llamamosdéficit
porque se pierden recursos naturales, se agotan los recursos. En años muy
recientes esta trayectoria se acompaña en países grandes y chicos por un
contraproducente déficit en la balanza comercial monetaria, que compone el
segundo ámbito de deterioro estructural en el comercio exterior de estas
economías. ¿Por qué contraproducente? Porque en principio conduce a un
endeudamiento mayor y a una presión por exportar más y más, causando mayores
daños ambientales y más conflictos sociales. Los déficits comerciales exigen
otros ingresos en el balance de cuenta corriente o en el balance de capitales.
La afluencia de inversión extranjera directa puede compensar el déficit
comercial, pero va a generar rentas que se escapan después del país.
Un ligero
resfriado en China se convierte en pulmonía en América del Sur, aunque uno
pueda pensar que la demanda de materias primas que no se reciclan (como los
combustibles fósiles) o que se reciclan sólo en parte (como los metales)
tenderá a ser firme, incluso sin crecimiento económico mundial. Si el mundo hoy
quema 90 millones de barriles, mañana va a quemar otros 90 millones, un poco
más o un poco menos. La energía no se recicla. La demanda se mantiene, pero los
costos económicos, sociales y ambientales de la extracción son crecientes al
disminuir la ley de los minerales metálicos y extraer petróleo o gas de lugares
más recónditos, como sucede también en la extracción de madera, soya, palma de
aceite. Al mismo tiempo, con ofertas abundantes, los precios pueden bajar mucho
a causa de pequeñas oscilaciones en las coyunturas de los países importadores.
Así pues,
las críticas de los post extractivistas sudamericanos (Maristella Svampa,
Eduardo Gudynas, Alberto Acosta) tienen doble fundamento económico. La
exportación de materias primas agota los recursos naturales, produce
contaminación y causa conflictos con las poblaciones locales, envileciendo a
los gobiernos que usan la represión como método para la extracción, como el
presidente Correa, en Intag, Ecuador, en estas semanas, olvidándose ya del Buen
Vivir o Sumak Kawsay. Y por otro lado, los precios de esas cuantiosas
exportaciones son baratos en relación con las importaciones. Se exporta mucho y
sin embargo no se cubre el costo de la importación. De ahí un nuevo camino por
la ruta del endeudamiento.
*Extractivismo es el término con
el que se denomina a una forma de organizar la economía de un país, basado en
una alta dependencia de la extracción intensiva (en grandes volúmenes) de
Recursos Naturales (RRNN), con muy bajo procesamiento (valor agregado) y
destinado para su venta en el exterior (exportación).
No hay comentarios:
Publicar un comentario