La Orden Militar de Caballería Ligera del Papa, es jesuita laica, bajo la
Bendición del General de la Compañía de Jesús, Padre Adolfo Nicolás,
colaboradores en la obra de Dios y de los Jesuitas en la misión de Cristo,
en obras inspiradas en el desarrollo, la justicia social, los derechos
humanos de los pueblos , el cuidado del medio ambiente y en la espiritualidad ignaciana, sean o
no sus dignatarios de la Compañía de Jesús) click..
Quiénes somos
Los
Caballeros de la Orden , soldados
de Dios, somos jesuitas laicos, somos hombres y mujeres de frontera, dispuestos
a estar en aquellos lugares donde hay situaciones de injusticia, donde otros no
pueden o no quieren estar, donde se puede tener un efecto multiplicador en bien
de la misión. Hombres preparados para responder a las necesidades de nuestro
mundo, solidarizándonos con las víctimas de esta historia y así acompañar a
Jesús rumbo a la cruz. Somos Compañeros de Jesús, amigos para la misión, y
estamos al servicio de la
Mayor Gloria de Dios.
(dijo Lord Maculay)
Queridos amigos:
Un año más toca a su fin, y para que el camino recorrido no sea más que polvo pisoteado,
Será necesario recapitular para ver nuestras debilidades y nuestras fortalezas.
Tenemos que crecer en el amor y la caridad para desprendernos de lo accesorio que sin duda no nos reporta el verdadero alimento de la felicidad.
Cada año nos deseamos felicidad y suerte para el venidero, pero no somos conscientes de que ese año, no es sino una cuenta más en el rosario de nuestra existencia terrenal; un rosario que en manos piadosas nos conducirá sin duda ante el Padre, pero si lo dejamos caer, una sensación de vacío e infelicidad nos embargará.
Cuando pensamos en la suerte, nos asalta ese sentimiento de deseo por todo aquello que no poseemos y quisiéramos tener. No pensamos en que despertar cada día, compartir el pan con nuestros familiares y amigos, y encontrar un hombro sobre el que reír o llorar, es la suerte más inmensa.
Le pido a Dios por todos sus hijos, mis hermanos y hermanas, y sobre todo por todos aquellos que aún no conocen la dicha del amor inmenso e incondicional de Dios, fielmente representado en Cristo recién nacido.
Que esta noche no sea una más de despilfarro y locura festiva, de falsas felicitaciones y vacíos deseos. Que sea una noche para celebrar la gloriosa venida de nuestro niño Dios, deseando que todos los niños del mundo igual que él, al menos tengan el calor de un modesto pesebre y el amor de sus padres.
Oremos juntos con mucha fe, para que este año 2014, sea el año de igualdad, pero la igualdad sincera, no la que nos venden los poderosos y los políticos, la igualdad donde todos y cada uno de los habitantes de la tierra, vivan libres, en paz y alimentados dignamente.
Te lo pedimos Señor.
FELIZ AÑO 2014
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