Quiénes somos
Los Caballeros de la Orden la Mayor Gloria
(dijo Lord Maculay)
Orden de de Loyola, amas incondicionalmente?
En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús declara que los Fariseos estaban llenos de saqueo y maldad. Algunas biblias traducen esto como "rapaces" ??? . Ser rapaz significa codiciar lo que otros tienen y alimentarse de eso. En otras palabras, los fariseos se aprovecharon de otros, saqueando todo lo que tenían.
Qué estaban ellos zaqueando? La raíz de su énfasis lega listica en rituales era su hambre por autoridad. Los fariseos en la historia de hoy disfrutaron mostrando que Jesús estaba equivocado. Él estaba tratando de hacerse él mismo superior a Jesús. Él estaba codiciando la autoridad de Cristo. Para ofrecer una cura para esta ambición, Jesús le pidió dar limosna como una penitencia en caso que él quisiera convertirse realmente en santo.
Jesús apasionadamente condena cualquier acción de justicia que se enfoca en lo malo de los otros, porque esto levanta el ego mientras que se aprovechan del auto estima de aquellos a quienes se está regañando. La auto-estima es esencial para poder amarse a uno mismo, lo cual es absolutamente necesario para poder amar a otros incondicionalmente (en vez de co-depender).
Cuando tenemos discusiones e insistimos en que nosotros estamos en lo correcto y nuestros oponentes están erróneos, estamos en una batalla de ganadores y perdedores. De verdad queremos que la otra persona sea un perdedor? Analiza tus motivos: tú realmente quieres ganar la discusión para hacer ver la otra persona como un perdedor - y así sentirte superior - o es para ayudarlo a él o a ella?
Cuando pensamos que necesitamos sentirnos superiores, es porque no podemos soportar el estar equivocados por nuestro bajo auto estima.
A nosotros nos importan los otros, y queremos ayudarles a entender la verdad de lo que estamos tratando de explicar. Sin embargo, esta ayuda nunca se logra en el medio de una batalla. Ambos lados están a la defensiva y no permiten nuevas ideas.
Para terminar el argumento y traer la victoria de Dios en la discusión, necesitamos separar nuestro santo objetivo de ayudar, de nuestro objetivo egoísta de defendernos a nosotros mismos. Necesitamos pasarle a Jesús la herida que estamos sintiendo para que él nos sane en vez de esperar que otros nos hagan sentir mejor.
Luego, cuando estamos a solas con Jesús, le permitimos levantar nuestro auto estima mientras que nos quejamos ante él (y sólo ante él) sobre nuestros problemas. Pero por ahora, debemos dar nuestras vidas a favor de la otra persona.
Cuando nuestro amor se vuelve más evidente que nuestra necesidad de ganar el argumento, otros se sienten seguros con nosotros. Al sentirse seguros, ellos están más disponibles a escuchar. Si ellos se sienten escuchados, y no se sienten atacados por las ideas que nosotros les estamos compartiendo, ellos escucharán más atentamente. Sin embargo, este proceso toma mucho tiempo, de modo que debemos ser pacientes y persistir en transmitir amor.
Cristo no quiere que nadie sea un perdedor. Aun cuando ellos no están de acuerdo con nosotros y nosotros estamos en lo correcto, él quiere que ellos se sientan animados en la verdadera victoria del amor, donde todos nosotros somos ganadores.
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