BENDICIÓN DEL XXX SUPERIOR GENERAL DELLA COMPAGNIA DI GEZÚ
PRIMER OFICIAL DE COMUNICACIONES DE LA
GENDARMERÍA NACIONAL ARGENTINA
DIPLOMADO EN DEFENSA NACIONAL
La muerte no es nada, sólo he pasado
a la habitación de al lado.
Yo soy yo, vosotros sois
vosotros. Lo que somos unos para los otros seguimos siéndolo
Dadme el nombre que siempre me habéis
dado. Hablad de mí como siempre lo habéis hecho. No uséis un tono diferente.
No toméis un aire solemne y triste.
Seguid riendo de lo que nos hacía
reír juntos. Rezad, sonreíd, pensad en mí.
Que mi nombre sea pronunciado como
siempre lo ha sido, sin énfasis de ninguna clase, sin señal de sombra.
La vida es lo que siempre ha sido. El
hilo no se ha cortado.
¿Por qué estaría yo fuera de vuestra
mente? ¿Simplemente porque estoy fuera de vuestra vista?
Os espero; No estoy lejos, sólo al
otro lado del camino.
¿Veis? Todo está bien.
No lloréis si me amabais. ¡Si
conocierais el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudierais oír el cántico
de los Ángeles y verme en medio de ellos ¡Si pudierais ver con vuestros ojos
los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso! ¡Si por
un instante pudierais contemplar como yo la belleza ante la cual todas las
bellezas palidecen!
Creedme: Cuando la muerte venga a
romper vuestras ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban\ y, cuando
un día que Dios ha fijado y conoce, vuestra alma venga a este Cielo en el que
os ha precedido la mía, ese día volveréis a ver a aquel que os amaba y que
siempre os ama, y encontraréis su corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volveréis a verme, pero transfigurado
y feliz, no ya esperando la muerte, sino avanzando con vosotros por los
senderos nuevos de la Luz y de la Vida, bebiendo con embriaguez a los pies de
Dios un néctar del cual nadie se saciará jamás.
A.M.D.G
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