HEREDEROS FAMILIA ROQUÉ GÜMES´
“En cambio un Samaritano, que estaba de viaje, pasando cerca de él lo vió y tuvo compasión de él, vendó sus heridas echándolea aceite y vino; después lo cargó sobre su yegua, lo llevó a una posada y se hizo cargo de él…Vete y haz tu, también, lo mismo”. (Jesús).
Como bien escribía Simone Weil: “Para Dios, la Creación no ha consistido en extenderse, sino más bien en retirarse. El ha cesado de mandar por todos lados, allí donde Él tenía el poder.... Dios no es todopoderoso en cuanto creador. La creación es una abdicación. Mas bien, Él es omnipotente en el sentido que su abdicación es voluntaria”.
Amar significa retirarse, dejar libre
a aquel que se ama para que sea él mismo. Significa confiarlo a su libertad.
Esto es lo que aprenden por su propia experiencia los padres, cuyo actuar tiene
algo raro porque no tiene como fin ganar algo sino perderlo: el gozo de un
padre es ver a sus propios hijos crecer y que poco a poco lo van superando.
También Dios, que es Todo, se ha retirado a fin de que nosotros, criaturas suyas, pudiéramos ser. De este modo se comprende muy bien lo que el filósofo Giuseppe Zanghí afirma: “Uno es (existe) cuando, por amor, no es”.
Viviendo así se va comprendiendo que el dolor del otro es mi propio dolor, mi dolor es el dolor de los demás. Aliviar el dolor del otro significa aliviar el propio dolor y el dolor de Dios que comparte el dolor del universo.
Solo así, de ese modo, se hace posible que la com-pasión – del latín “cum-patior”, al decir “sufro-con”, sea el camino para la comunión “común-unión”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario