Toqui Lautaro
La historia del pueblo mapuche está
plena de grandes hazañas militares, al ser uno de los pocos pueblos americanos
que lograron resistir los intentos de colonización y además la expansión de los
Estados Nacionales (Chile y Argentina) surgidos tras los procesos de
independencia, una hazaña inédita, peor incluso para un pueblo guerrero de
semejante talla, el liderazgo de un hombre fue indispensable, su nombre es
Lautaro.
Y es que por méritos propios, Lautaro
fue uno de los líderes militares más importantes y brillantes de su tiempo, y
viéndolo en retrospectiva, un gran maestro de la lucha de guerrillas en pleno
siglo XVI. Tal como lo establecían los cánones de su tiempo, Lautaro fue un
líder militar que ascendió a su posición gracias a su valía como guerrero, y
que en su calidad de líder, supo vaticinar mejor que nadie el momento
estratégico para atacar y aprovechar hasta las más mínima ventaja.
Sabedor de que su pueblo no requería
de una defensa estática, emprendió una guerra móvil que sacó provecho de la
naturaleza seminómada de los mapuches y al mismo tiempo, aprovechó el perfil
social de los asentamientos españoles en América para atacarles de maneras
totalmente impredecibles, así como a sus destacamentos y concentración de
tropas.
Una vez que logró enganchar a los
españoles para que salieran en su persecución, cambió su táctica por la de
emboscadas selectivas, a través de la cual, destruyó numerosas expediciones,
donde incluso habían tropas de élite.
Sin haber tenido otra formación que
la empírica, Lautaro entendió que la marcha y el movimiento eran los elementos
de la estrategia que más jugaban en su favor, y anticipándose cuatro siglos a
Mao, siguió al pie de la letra su estrategia de guerrilla “Si el enemigo ataca
nos retiramos, si se estaciona lo acosamos, si se debilita lo atacamos y si se
retira lo perseguimos”, de tal suerte, que no le costó mucho embaucar por
completo a los españoles con los resultados.
Entendido de que la principal
vulnerabilidad española descansaba en su necesidad de adoptar una defensa
estática para salvaguardar sus unidades productivas y que además el perfil de
combate de las fuerzas españolas les hacía sumamente predecibles, el duelo con
Lautaro fue tan peligroso, que de verdad tuvo posibilidades de hacer fracasar
el proyecto español en la zona.
Lo que si le garantizó el sistema de
ascenso por mérito fue el ser un líder auténtico en el campo de batalla,
conocedor y respetuoso de las capacidades de sus hombres. Lautaro luchaba sin
arriesgar nunca de más la vida de sus subalternos, que a pesar de la bravura
intrínseca de las comunidades seminómadas, le obedecían como un solo hombre.
Pero tal como fue un gran líder, se
trató también de un gobernante despótico en muchos sentidos, que cometió el
error de tratar con dureza a sus aliados, lo que terminó por ganarle nuevos
enemigos, enemigos que conocedores de sus tácticas, fueron una ayuda decisiva
para los españoles que finalmente, tras años de derrotas lograron derrotarle de
manera muy irónica, en un ataque por sorpresa, muy al estilo de los que él
efectuaba.
Referencias:
.- Mapuches: Una raza militar,
Indalicio Téllez (1944).
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