Mons. Olivera | No hay nada que pueda anteponerse
al amor Evangélico que Jesús nos propone vivir, así lo expresaba el Obispo
Castrense de Argentina al compartir la Homilía durante la
celebración de la Santa Misa. Fue en la mañana del viernes 4 de
marzo en la Iglesia Catedral Castrense, Stella Maris, en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, fecha histórica para la Iglesia Diocesana
Castrense de Argentina donde se recibió la visita del Obispo Castrense
del Reino Unido, Mons. Paul James Mason.
Presidió la Santa Misa, Mons. Santiago
Olivera, Obispo Castrense de Argentina, concelebraron, Mons. Mason,
Obispo Castrense del Reino Unido, el Vicario General, Mons. Gustavo Acuña,
el Canciller y Capellán Mayor de la Armada Argentina, Padre Francisco
Rostom Maderna, el Capellán Mayor del Ejército Argentino, Padre
Eduardo Castellanos, el Capellán Mayor de Fuerza Aérea Argentina, Padre
César Tauro. También fueron concelebrantes, el Capellán Mayor de GNA, Padre
Jorge Massut, el Capellán Mayor de PNA, Padre Diego Tibaldo, el
Capellán Mayor de PSA, Padre Rubén Bonacina, el Rector de la
Iglesia Catedral, Padre Diego Pereyra, el Rector del Seminario
Castrense, Padre Daniel Díaz, Capellanes Castrenses del Reino
Unido y de las Fuerzas Armadas y Fuerzas
Federales de Seguridad de Argentina, participaron el Coro
de la Escuela de GNA Don Martín Miguel Güemes, fieles castrenses,
veteranos de guerra ingleses y argentinos.
En la Homilía, Mons. Santiago, hacía
pública su alegría y también recordaba que todo, es decir, este vínculo de
amistad con la Iglesia Diocesana Castrense del Reino Unido y la visita de su
Obispo, nacía gracias a la iniciativa del grupo laico, La Fe del
Centurión. Así, lo narraba, “para nosotros como Iglesia, es un
momento histórico, de mucha alegría, que no comienza hoy, sino que inició
cuando el grupo, «La Fe del Centurión», nos invitó a que pongamos en camino la
posibilidad de que la imagen de la Virgen de Luján, a quien llamamos Virgen de
Luján Malvinera pudiera regresar al país”.
En el repaso de la historia, Mons. Olivera también
subrayó que aquel 30 de octubre de 2019, fecha en que se produjo la bendición
del Santo Padre de las imágenes y el retorno de nuestra Madre de Luján
Malvinera, Mons. Masón había planteado, poder llegar a
Argentina. Así lo contaba, “el Obispo, Mons. Paul Mason nos había
dicho en Roma, en aquel encuentro, que este era el comienzo de una gran
relación de amistad, y que tenía intención de visitarnos, de venir a Buenos
Aires, situación que debió posponerse por la pandemia de COVID-19”.
Continuando, agregó Mons. Santiago, “este
año, en que se cumplen 40 años de la Guerra de Malvinas, el grupo «La Fe del
Centurión», en este marco, han organizado un encuentro de fraternidad uniendo a
ingleses y argentinos para rezar como hermanos. En tal sentido, vienen
organizando para este próximo 6 y 7 de marzo, para aquí en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires (CABA) y en Luján celebrar juntos como hermanos la fe”.
Añadiendo, también, “generosamente,
Mons. Mason ha querido unirse, ha querido responder a esta invitación y ha
podido concretar esta venida a nuestra Patria. Éste, es un momento
histórico, que habla más allá de las palabras, el gesto, el encuentro, la
fraternidad en este presente. En este mundo, en donde hoy somos testigos de la
aberración de la guerra, la no valoración de la vida, el hecho de que, desde
aquí, desde nuestro suelo, nuestra Patria, en nuestra Iglesia Catedral y
también en la Basílica de Luján, podamos rezar por la fraternidad y el
encuentro nos llena orgullo”.
Sobre esto último, el Obispo Castrense de
Argentina, decía, “(…) rezaremos, en el marco de
este nuevo tiempo de Cuaresma, el cual nos invita a volver nuestro corazón,
nuestra inteligencia a los pasos de Jesús. No puede ser más oportuno que nos
toque en este momento, este encuentro, porque es el tiempo en que se nos invita
con las prácticas de la oración a estar en mayor comunión con Dios”.
En otro párrafo, Mons. Santiago compartía, “damos
gracias por este Santo tiempo que empezamos a vivir, me gusta repetir una y
otra vez que no es un tiempo más en nuestra vida, sino un nuevo tiempo. Un
tiempo de gracia, un tiempo favorable, un tiempo en que cada día debemos
renovar nuestro deseo de seguir a Jesús, (…)”.
Avanzando, el Obispo, repasaba un fragmento de
la Encíclica de Su Santidad Francisco, Fratelli Tutti que
fuera citada ayer por Daniel Doronzoro (integrante de La Fe
del Centurión), en la recepción que realizara la Sra. Embajadora del Reino
Unido en Argentina. Al respecto, decía, “(…) me gustaría compartirlo
con ustedes, pues le da el marco, el sentido de este encuentro organizado por
nuestros hermanos de “La Fe del Centurión” y que como Iglesias Diocesanas
Castrense del Reino Unido y Argentina nos unimos y acompañamos en este camino
Sinodal.
En el cual escuchamos la voz de
nuestro pueblo, concretamente de nuestros hermanos que nos han dado la
posibilidad de a 40 años del conflicto, poder encontrarnos, superar barreras,
desencuentros, caminos de violencias para recuperar aquellas cosas que creemos
y deseamos tener.
Dice el Papa Francisco: «el amor
nos pone finalmente en tensión hacia la comunión universal. Nadie madura ni
alcanza su plenitud aislándose. Por su propia dinámica, el amor reclama una
creciente apertura, mayor capacidad de acoger a otros, en una aventura nunca
acabada que integra todas las periferias hacia un pleno sentido de pertenencia
mutua. Jesús nos decía: <<todos ustedes son hermanos>> (Mt 23,8).
Está necesidad de ir más allá de
los propios límites vale también para las distintas regiones y países. De
hecho, <<el número cada vez mayor de interdependencias y de
comunicaciones que se entrecruzan en nuestro planeta hace más palpable la
conciencia de que todas las naciones de la tierra […] comparten un destino
común. En los dinamismos de la historia, a pesar de la diversidad de etnias,
sociedades y culturas, vemos sembrada la vocación de formar una comunidad
compuesta de hermanos que se acogen recíprocamente y se preocupan los unos y
los otros>>”.
Finalmente, Mons. Santiago,
señaló, “uniéndonos a estos hermanos de “La Fe del Centurión”,
queremos como Iglesia Diocesana Castrense de Argentina, como Iglesia Argentina
unirnos a nuestra Iglesia hermana. Rostros concretos, hombres y mujeres
concretos pidiendo al Señor, que podamos crecer en el amor y en el encuentro.
Que podamos plasmar el Evangelio
con toda su exigencia, aquella a la que nos invita y nos recuerda el Señor
tantas veces, a vivir en el amor sin límites. Que este sencillo homenaje, está
grandiosa Eucaristía nos sirva a todos para amar en el camino que nos invita
Jesús a amar. Que no hay ideología, que no hay nada que se pueda anteponerse al
amor Evangélico que Jesús nos propone vivir”.
Antes de finalizar del Eucaristía y Bendición, Mons.
Poul Mason compartía unas palabras con los presentes, lo hacía en
lengua italiana, idioma elegido para poder comunicarse con todos. Allí,
destacó, se ha logrado una amistad, y ella dará fecundidad, agradeciendo la
presencia de todos, y en especial el recibimiento de Mons. Santiago
Olivera.-
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