Luego de que el rey Felipe III de
España lo solicitara por carta el 20 de junio de 1619, en un consistorio
secreto celebrado en el palacio del Quirinal de Roma el 30 de marzo de 1620 el
papa Paulo V decidió la creación de la diócesis de la Santísima Trinidad del
Puerto de Buenos Aires (en latín, Sanctissime Trinitatis del Puerto de Buenos
Ayres) con jurisdicción en la nueva provincia del Río de la Plata, dividiendo
la hasta entonces diócesis del Río de la Plata con sede en Asunción. Ese mismo
día expidió la bula de erección de la diócesis como sufragánea de la
arquidiócesis de La Plata o Charcas. La bula no fue debidamente archivada por
el primer obispo y por las autoridades coloniales y se desconoce su nombre y
contenido, habiéndose perdido durante las guerras napoleónicas el bulario
vaticano que la contenía. El 6 de abril de 1620 el papa emitió otras 6 bulas
anexas dirigidas a las diversas autoridades correspondientes. Dos de esas bulas
se conservan: una que contiene el nombramiento de Pedro Carranza Salinas como
obispo (Ad Episcopum) y otra dirigida al clero de la nueva diócesis (Ad
Clerum). Esta última suele ser erróneamente considerada la bula de la erección.
El primer obispo de Buenos Aires fue
fray Pedro Carranza Salinas, O. Carm quien llegó a su sede el 9 de enero de
1621, tomó posesión de ella el 17 de enero y fue ordenado obispo el 29 de junio
de 1621 en Santiago del Estero por el obispo del Tucumán (hoy arquidiócesis de
Córdoba) Julián de Cortázar. El 26 de junio de 1622 Carranza proclamó la erección
de la iglesia catedral de la Santísima Trinidad, única parroquia existente en
la nueva diócesis (desde al menos 1601), que contaba con un curato de españoles
y otro de naturales.
El 18 de junio de 1634 fue creada la
segunda parroquia de la diócesis, la de Todos los Santos en la ciudad antigua
de Santa Fe.
Debido a que Felipe III dispuso en
dos reales cédulas de 1625 y 1626 agregar a la gobernación del Río de la Plata
los territorios de las misiones jesuíticas del Paraná y del Paraguay y en 1648
se fijó el río Paraná como límite de ambas diócesis. Sin embargo, como el
obispo del Paraguay asistía a los pueblos misioneros al otro lado del río
Paraná, una real cédula de 11 de febrero de 1724 encargó a los obispos de
Asunción y de Buenos Aires que arreglasen los límites jurisdiccionales entre
ambas gobernaciones y obispados de acuerdo á las erecciones de las iglesias y a
la posesión y costumbre en que estuviesen. Los obispos designaron a los
sacerdotes José Insaurralde y Anselmo de la Mata, quienes en el pueblo de
Candelaria, el 8 de junio de 1727, pronunciaron un laudo que asignó al Paraguay
las áreas bañadas por las vertientes del río Paraná y al Río de la Plata las
áreas bañadas por el río Uruguay.
El 28 de abril de 1815 el gobernador
de la diócesis de Buenos Aires designó a Dámaso Antonio Larrañaga como cura y
vicario interino de Montevideo. La Banda Oriental sufrió la Invasión
luso-brasileña entre 1816 y 1820, recibiendo Larrañaga mayores poderes
eclesiásticos sobre el territorio anexado a Brasil en 1817 como provincia
Cisplatina, pero no separado de la diócesis de Buenos Aires. En 1824 el enviado
papal Juan Muzi, acompañado del futuro papa Pío IX, designó a Larrañaga como
delegado apostólico investido de todas las facultades propias de los vicarios
capitulares en sede vacante para la Banda Oriental, quedando equiparado al
provisor del obispado con sede en Buenos Aires y de hecho separado. Tras la
independencia de Uruguay en 1828, la primera desmembración territorial que tuvo
la diócesis fue la erección del vicariato apostólico de Montevideo (hoy
arquidiócesis de Montevideo) 14 de agosto de 1832 por el papa Gregorio XVI.
El Congreso nacional el 25 de
septiembre de 1855 sancionó una ley que habilitaba al Poder Ejecutivo nacional
a iniciar los trámites civiles y canónicos para la creación de la diócesis del
Litoral, comprendiendo las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes. La
Santa Sede, sin embargo, no accedió pero a comienzos de 1858 llegó a Paraná
Marino Marini con el título de delegado apostólico y arzobispo de Palmira y
amplias facultades. El 4 de agosto de 1858 Marini creó el vicariato apostólico
de Paraná (hoy arquidiócesis de Paraná), coincidente con el obispado creado por
el Congreso con sede en la entonces capital de la Confederación Argentina. Fue
la última desmembración territorial que tuvo la sede como diócesis.
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