Colaboración de SE la Señora Embajadora Cultural de la Compañía de Loyola en Perú, Doña Maria-Elena-Rodriguez-La-Rosa Carrillo
Bajo el seudónimo de la ‘hermana de Machupicchu’, Choquequirao tiene también una llamativa ciudadela de piedra, además de su propia historia que contar. Ubicada entre la colisión de dos mundos tan distintos, como son los Andes y la Amazonía peruana, está completamente rodeada de vegetación, lo que la hace un lugar de no tan sencillo acceso.
Imponente por su ubicación, ya que está situada en lo más alto de una cumbre de las ramificaciones del nevado Salcantay, esta urbe estuvo oculta del hombre por casi cuatro siglos, lo que la hace aún un lugar misterioso tanto para los arqueólogos e investigadores como para los curiosos que deciden hacer turismo en su territorio. La construcción de este espacio data desde 1536, aproximadamente, hecha bajo el dominio del Imperio Inca.
Lo que sí es cierto, es que este destino se ha convertido en el predilecto para los amantes de la aventura –por el desafío que representa llegar a ella- y la historia, por los secretos milenarios que guarda en cada rincón de su ciudadela. Por eso, si lo que quieres es vivir un episodio completamente distinto, lo mejor es que vayas agendando en tu calendario una visita a Choquequirao.
Choquequirao tiene una llamativa ciudadela de piedra, además de su propia historia que contar.
La ‘hermana de Machupicchu’ no está lejos de su familia: también está ubicada en la región del Cusco (exactamente en el distrito de Santa Teresa, en la provincia de la Convención), en el sur de los Andes peruanos. Y muchos se preguntan ¿por qué es considerado un desafío llegar hasta Choquequirao? Pues bien, la respuesta es bastante sencilla: solo aquellos que están preparados física y mentalmente pueden acceder a este territorio.
El transporte no entra a sus dominios. Toda ruta que se toma hacia Choquequirao se hace a pie, en excursiones que toman de 2 a 3 días. Tienes que estar preparado físicamente porque son largas caminatas. Y, además, debes estar preparado mentalmente, porque tanto el clima como la altitud del Cusco hacen que esta ruta, que es asediada por los amantes del senderismo, sea un poco más complicada de lo que tomaría hacerlo en un terreno no tan agreste.
La joya de los Andes
Aún no existe la certeza completa de cuál era la función de Choquequirao, pero se presume que este lugar fue un centro sagrado, que además servía para conectar a Pisac y Machupicchu con la Amazonía peruana. Por su complejo acceso, también se tiene la hipótesis que esta zona sirvió de refugio para los incas, luego de las embestidas del imperio español. Lo cierto es que su legado histórico es invaluable, por la cantidad de espacio que aún no ha sido investigado (se calcula que solo se ha restaurado un 30 % de lo que fue Choquequirao) y que arroja más y más evidencias para ser estudiadas.
Sus nueve sectores, en los que destacan un centro político-religioso, también se puede apreciar una plaza principal superior, edificios, fuentes, almacenes, escaleras gigantes, corrales sagrados, casas de los gobernantes, un templo del muro triunfal, templo de sacerdotes y distintos tipos de andenes monumentales, entre otros. Con todo este espacio que está ansioso que lo descubras, ¿vas a pensarlo dos veces en acudir a Choquequirao?
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