Queridos hermanos, queridas hermanas:
La Conferencia anual de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático, la COP 26, terminó en Glasgow hace unos días con
avances insuficientes. Sin perder la esperanza, sigamos caminando con los
vulnerables y trabajando con más ahínco, abogando ante los responsables de la
toma de decisiones por un cambio en las políticas en favor de la justicia
climática. Sin esperar a que los líderes políticos actúen, hagamos lo que
debemos. Como ciudadanía responsable de este planeta, comprometámonos a hacer
nuestra parte para cuidar juntos de nuestra Casa Común.
Todos sabemos que nuestro planeta sufre una
crisis social y ecológica sin precedentes, debido, en gran parte, a la acción
humana. Hemos interrumpido el equilibrio entre Dios, la creación y la humanidad
y estamos experimentando las consecuencias de esta disrupción. El clamor de los
pobres y de la tierra nos habla de destrucción ecológica y de la pérdida de
riqueza cultural causada por una mentalidad de explotación. Así, temas como el
cambio climático, las prácticas mineras irresponsables, la sobreproducción
impulsada por el consumo, o la prioridad de parámetros económicos sobre el
desarrollo humano son solo manifestaciones de esta disrupción en la que las
comunidades vulnerables- niños y niñas, mayores, pueblos indígenas o personas
migrantes- están más expuestas y sufren, en mayor medida, las consecuencias.
En este contexto, el Papa Francisco lanzó en
mayo de 2021 la Plataforma de Acción Laudato Si’, y abrió la inscripción en
ella el domingo 14 de noviembre. Como muchos de ustedes saben, se trata de un
plan de trabajo para los próximos siete años con siete objetivos que suponen
una conversión ecológica y nos ponen en sintonía con el espíritu del año
ignaciano jubilar y en el espíritu de la ecología integral. El plan pretende
contribuir a capacitar a familias, comunidades, parroquias, diócesis, redes,
instituciones educativas y congregaciones religiosas en el compromiso por
alcanzar la sostenibilidad total. La Plataforma supone una original
colaboración entre el Vaticano (a través del Dicasterio para la Promoción del
Desarrollo Humano Integral), una coalición internacional de organizaciones
católicas y “todas las personas de buena voluntad” (LS #3).
A través de esta iniciativa se busca organizar
un programa de trabajo que, escuchando el grito de la tierra, responda al
clamor de los pobres y asegure los derechos de las generaciones futuras.
A este primer objetivo, la plataforma Laudato
Si’ añade otros seis: avanzar en una economía ecológica, la adopción de estilos
de vida sostenibles; una educación ecológica, profundizar una espiritualidad
que sustente la búsqueda del equilibrio ecológico; el compromiso comunitario; y
una ciudadanía activa en la preservación del medio ambiente.
Las Congregaciones Generales de la Compañía de Jesús
nos comprometen en esta dimensión crucial de la misión de reconciliación y
justicia cuya urgencia se hace cada día más clara. Una misión que no podemos ni
queremos afrontar solos, sino en colaboración con los más vulnerables y
marginados de la sociedad que son los que sufren el mayor impacto de este mundo
roto. Acompañando a los jóvenes en su esfuerzo por transformar la ruta de la
humanidad actual, en colaboración con las instituciones y organizaciones de la
Iglesia de la que formamos parte, y también con todas las personas que quieran
sumarse a estos esfuerzos.
La Plataforma de Acción Laudato Si’ se inscribe
en el proceso sinodal que vive la Iglesia Católica, en el que diversas
personas, instituciones y redes de la Compañía de Jesús están ya
participando. Es un modo concreto de ahondar en nuestro compromiso con el
cuidado de la casa común que forma parte de las Preferencias Apostólicas
Universales, uniendo nuestros esfuerzos a los de personas e instituciones en
todo el mundo, comprometidas a caminar juntas hacia la constitución de una
comunidad global, una familia humana decidida a hacer realidad el plan de Dios
en el que se alcance el equilibrio entre la vida humana y el ambiente que la
hace posible.
Les hago, pues, una ferviente invitación a todos
a unirse al proceso de la Plataforma de Acción Laudato Si’, a profundizar la
conversión ecológica; a continuar integrando los objetivos de la Laudato Si’ en
nuestra vida y apostolados, a tomar medidas concretas y audaces para afrontar
la crisis que afecta nuestra casa común como dimensión de nuestra misión de
reconciliación y justicia que quiere restaurar el equilibrio con el medio
ambiente y la superación de las estructuras de injusticias para restablecer la
relación con Dios. Es así como podremos ofrecer nuestra contribución a un mundo
más fraterno, justo y sostenible.
P. G. Arturo Sosa, SJ
General de la Compañía
de Jesús
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