CARLOS GUSTAVO LAVADO RUÍZ Y ROQUÉ LASCANO
COMANDANTE GRAN MAESTRE
ORDEN CABALLEROS DE SU SANTIDAD EL PAPA DE
"SAN IGNACIO DE LOYOLA"
Grl Br (R.O.) Co.S.Int
Fuerza de Voluntarios de Socorro y Paz
Partes del Discurso pronunciado por el
Pbro Pablo Cabrera el 20 de octubre de 1899 en la Catedral de Córdoba.
“VICTORIAS DE LA IGLESIA Y EL PAPADO”
Pp. 6 a 9- La vitalidad de la Iglesia se ostenta en el pasado con resplandores tales, que sólo a los ciegos podría quedarles duda respecto de su porvenir.
Apenas salida de la cuna, un formidable gigante la estrecha en sus brazos de fierro y la oprime con furor: ese gigante, es señores, el Imperio Romano, el más colosal imperio que haya jamás existido.
La Iglesia, en cambio, no es sino un niño. ¿Cuál vencerá en la contienda? El gigante, a no dudarlo, Pero no…: que el niño venció al gigante con el aliento inmortal de su pecho, y recogió sus dominios a guisa de botín. Pero en medio de la victoria, comienza una nueva lucha: la guerra intestina…Las herejías pugnan por desgarrar su seno y reducir a girones la túnica inconsútil de la fe:-pero la Iglesia las vence y las destruye con la fuerza de su doctrina […] Los bárbaros se presentan en liza….amenazándola aplastar….pero ella convierte a los bárbaros y con su bendición creadora, los trueca en gérmenes fecundos de las nacionalidades cristianas. […] Estalla el gran cisma de Occidente: se entorpece la unidad de la Iglesia: todos los lazos se rompen: los pueblos y los santos se dividen en obediencias distintas….Pero la Iglesia rehace el haz de la unidad católica y restablece, más fuerte y sólido que nunca, su poder central.
En el S. XVI: una revolución formidable….por aspiraciones inmoderadas de independencia y libertad arrebátale la mitad de sus hijos…Pero luego, muy luego, la Iglesia resurge como el fénix de sus cenizas transfigurada y bella, proyectando sobre el mundo nuevos resplandores, y ganando con la maravillosa eficacia de su verbo, más pueblos y naciones que los que habíale arrebatado la Reforma. Aparece la filosofía del S.XVIII, espiritual y sugestiva, pero falaz y mortífera como la sierpe del Edén….que proclama la emancipación de las ideas, como consecuencia del Libre examen proclamado por Lutero que no solo proclama la razón independiente, de suyo seductora sino también la emancipación de los sentidos, más seductora todavía. La Iglesia es insultada, escarnecida. Ve su frente cubierta de oprobios y desprecios, y que nadie sale a su defensa, ni un hombre de genio, ni un santo. Un soplo bastará para acabar con ella. ¡Un soplo!...y es sin embargo una tempestad la que contra ella se desata: la más formidable que vieran los siglos: la Revolución Francesa!...No temáis!...Portoe inferí non proevalebunt!...La tempestad se calma, los vientos se serenan, y la Iglesia reaparece, vigorosa y triunfante, por entre las ruinas y va a asentarse como mensajera de paz, como paloma de luz, en las tablas de la guillotina, única cosa que dejara en pie el gran diluvio del Terror, en aquel suelo devastado por la risa de Voltaire y calcinado por el fuego de la Revolución!...
Nunca acaso la Iglesia ha sido blanco de una persecución más terrible, más audaz, más sabiamente organizada, más formidable, como en el presente siglo (S.XX)…[…] el error, las pasiones y la espada, se han presentado en liza, más estrechamente unidas, como en el siglo actual, para combatir a la Iglesia. ¡Con qué odio! ¡Con qué ímpetu! Con qué tenacidad satánica” Y ante todo, la fuerza de la espada, de la vil cobarde espada, esgrimida,- no ya para defender la independencia de una patria y salvaguardar los fueros inviolables de la justicia y del derecho,- sino para consumar, a imitación de la cimitarra agarena, -los atentados más horribles contra Jesucristo y la Iglesia, contra la humanidad y Dios: -medidas restrictivas, persecuciones odiosas, incautaciones de bienes, decretos poniendo fuera de ley a obispos, a sacerdotes, a instituciones pías y comunidades religiosas, -leyes inicuas, como el Kultur kampf y la apellidada ley Ferry, ejecutadas con todos los desafueros de la barbarie…-asesinatos como los cometidos en España en el primer tercio de este siglo, y los fusilamientos como los llevados a cabo en París, por la Comuna: en fin, cautividades, destierros, atentados de todo género.
[…] pág 17 …será grande y respetado, independiente y libre, el Vicario de Jesucristo, cuando los pueblos y naciones, hasta ayer apóstatas e infieles a su misión,-al ver derrumbarse los tronos romperse en mil pedazos las coronas y los cetros, y reinar por todas partes el desorden y la anarquía, la desolación y la muerte, dirijan sus ojos al Pontífice Romano y le saluden, Príncipe de la paz, luz de la civilización y arcángel de la libertad! Entonces, veráse a Pedro libertado de las cárceles judías, a Gregorio VII, árbitro de los destinos de las naciones, y a Pío IX, crux de cruce, y a León XIII, lumen in coelo, ocupar bajo otro nombre el solio pontificio, rodeado del respeto de todos los países y de todos los gobiernos y proclamado, a la vez por las muchedumbres de toda raza y de todo idioma, bajo todos los cielos y los climas todos, no solo independiente y libre, sino baluarte de la libertad, de independencia de los pueblos!...
Non proevalebunt!... He dicho.
(Queda claro que ya en 1899 la Iglesia tenía clara la situación del mundo y de lo que aún iba a suceder. Lo que estamos viviendo actualmente y lo que les tocará vivir en tiempos venideros.)
FUENTE: Clik