orden de los caballeros de
su santidad el papa
"san ignacio de loyola"
priorato general de argentina
12
de Septiembre, 2014 - Se trata de Nicolás García Mayor, un
diseñador industrial y empresario bahiense egresado de la Universidad Nacional
de la Plata
que, con mucho sacrificio, se recibió en 2001 después de pasar dos años
viviendo en una clínica abandonada, porque no tenía para el alquiler. Con el
título en su poder se especializó en diseño con fines humanitarios.
Hoy, 14 años después de recibido, su proyecto de
tesis fue reconocido y despertó el interés de la ONU y de la Cáma Junior
Internacional. Se trata de un dispositivo de ayuda humanitaria que provee una
soluciona habitacional provisoria y urgente a personas que quedaron sin hogar
como consecuencia de catástrofes naturales, guerras, violencia interna o
pandemias.
García Mayor explicó que su invento permite
“desarrollar una urbanización en sus distintos sentidos: en el aspecto
habitacional, pero también generando hospitales y hasta escuelas”, porque los
módulos son combinables para formar espacios mayores.
Según las últimas cifras de la Agencia de las Naciones
Unidas para los Refugiados, el año pasado 5,2 millones de personas se vieron
desplazadas forzosamente de sus hogares.
Confeccionado en propileno, aluminio y tela de
poliester, el invento (conocido como CMax) consta de una estructura central
rígida, dos alas de material flexible que al desplegarse cuadriplican su
tamaño, y dos patas telescópicas que separan el piso de la superficie,
reduciendo el pasaje de frío y humedad que tanto afecta a las carpas.
Además, cada módulo ya viene con un kit de
supervivencia dentro y tiene capacidad para albergar a 10 personas, de modo que
las familias puedan permanecer juntas.
Mientras permanecen plegados, estos refugios son
apilables, livianos, pequeños y fáciles de almacenar. Una vez en el destino,
dos personas lo pueden armar en 11 minutos, sin la necesidad de utilizar
herramientas.
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