La Orden de los Caballeros de Su Santidad el Papa "San Ignacio de Loyola", es jesuita laica, bajo la Bendición del General de la Compañía de Jesús, Padre Adolfo Nicolás, Coadjutores Jesuitas Temporales en la obra de Dios y de la "Societas Jesu" en la misión de Cristo, en obras inspiradas en el desarrollo, la justicia social, los derechos humanos de los pueblos el cuidado del medio ambiente y en la espiritualidad ignaciana, sean o no sus dignatarios de la Compañía de Jesús) click..
Quiénes somos
Los Caballeros de la Orden , soldados de Dios, somos jesuitas laicos, somos hombres y mujeres de frontera, dispuestos a estar en aquellos lugares donde hay situaciones de injusticia, donde otros no pueden o no quieren estar, donde se puede tener un efecto multiplicador en bien de la misión. Hombres preparados para responder a las necesidades de nuestro mundo, solidarizándonos con las víctimas de esta historia y así acompañar a Jesús rumbo a la cruz. Somos Compañeros de Jesús, amigos para la misión, y estamos al servicio de la Mayor Gloria de Dios. Herederos de Misioneros y educadores, viajeros y descubridores, cartógrafos y geógrafos, hombres de teología y espada, de ciencia y espiritualidad, conspiradores políticos o pacificadores, los jesuitas han sido, desde la fundación de la Compañía de Jesús una de las órdenes religiosas más importantes y controvertidas de la cristiandad; efectivamente, un grupo muy influyente a nivel mundial.
(dijo Lord Maculay)
Bandera de las Américas, adoptada como símbolo de las Américas
por la séptima conferencia internacional Americana de
Montevideo el 13 de diciembre de 1933
En América Latina y el Caribe se
pierden y desperdician más alimentos que los que son necesarios para satisfacer
las necesidades nutricionales de las 47 millones de personas que aún sufren
hambre en la región, señaló la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El informe ”Pérdidas y desperdicios de alimentos en América Latina y el
Caribe”, de la
Oficina Regional de la
FAO , destaca que el 6% de las pérdidas globales de alimentos
se dan en la región. Adital.
”Cada año la región pierde o desperdicia alrededor del 15%
de sus alimentos disponibles, lo que impacta la sostenibilidad de los sistemas
alimentarios, reduce la disponibilidad local y mundial de comida, generan
menores ingresos para los productores y aumentan los precios para los
consumidores”, explicó el representante regional de la FAO , Raúl Benítez.
Benítez agregó que las pérdidas y desperdicios
también tienen un efecto negativo sobre el medio ambiente debido a la
utilización no sostenible de los recursos naturales. ”Enfrentar esta
problemática es fundamental para avanzar en la lucha contra el hambre y debe
convertirse en una prioridad para los gobiernos de América Latina y el Caribe”,
señaló Benítez.
¿Qué son y dónde ocurren las pérdidas y
desperdicios?
Según la FAO , las pérdidas se refieren a la disminución de
la masa disponible de alimentos para el consumo humano en las fases de
producción, post-cosecha, almacenamiento y transporte. El desperdicio de
alimentos se refiere a las pérdidas derivadas de la decisión de desechar
alimentos que todavía tienen valor nutricional, y se asocia principalmente con
el comportamiento de los vendedores mayoristas y minoristas, servicios de venta
de comida y los consumidores.
Las pérdidas y desperdicios ocurren a lo largo
de la cadena alimentaria: en la región, el 28% ocurre a nivel del consumidor;
el 28% a nivel de producción, el 17% en mercado y distribución, el 22% durante
el manejo y almacenamiento y el 6% restante a nivel de procesamiento.
Pérdidas
en la venta al detalle
Con los alimentos que se pierden en la región
sólo a nivel de la venta al detalle –es decir en supermercados, ferias libres,
almacenes y demás puestos de ventaretail– se podría alimentar a más de 30
millones de personas, es decir, al 64% de quienes sufren hambre en la región.
Los alimentos que se pierden a este nivel en
Bahamas, Jamaica, Trinidad y Tobago, Belice, Colombia son equivalentes a los
que se necesitarían para alimentar a todos quienes sufren hambre en dichos
países.
Antigua y Barbuda, Bahamas, Jamaica, Saint
Kitts y Nevis, Trinidad y Tobago, Belice, Bolivia, Colombia, Ecuador, El
Salvador, Surinam y Uruguay podrían disponer de alimentos equivalentes a los
que necesitan para alcanzar el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio, si
redujeran sólo ese tipo de pérdidas.
”Aunque es importante señalar que los países
de la región disponen de calorías más que suficientes para alimentar a todos
sus ciudadanos, la enorme cantidad de alimentos que se pierden o que acaban en
el tacho de la basura es sencillamente inaceptable mientras el hambre continúe
afectando a casi el 8% de la población regional”, explicó Raúl Benítez.
¿Cómo
acabar con las pérdidas/desperdicios?
Existen formas de evitar las pérdidas y
desperdicios en todos los eslabones de la cadena, principalmente mediante
inversiones en infraestructura y capital físico, mejorando la eficiencia de los
sistemas alimentarios y la gobernanza sobre el tema mediante marcos normativos,
inversión, incentivos y alianzas estratégicas entre el sector público y privado.
Un ejemplo son los bancos de alimentos, los
cuales reúnen comida que por diversas razones sería descartada para su
redistribución, y que ya existen en Costa Rica, Chile, Guatemala, Argentina,
República Dominicana, Brasil y México. La Asociación de Bancos de Alimentos de México, por
ejemplo, rescato 56 mil toneladas de alimentos sólo en 2013.
La sensibilización pública también es clave, y
se puede realizar a través de campañas dirigidas a cada uno de los actores de
la cadena alimentaria, como lo realiza la Iniciativa global SAVE FOOD, una alianza entre la FAO , PNUMA y la compañía
alemana Messe Düsseldorf. SAVE FOOD reúne a 250 socios, organizaciones y
empresas públicas y privadas y lleva a cabo campañas en todas las regiones del
mundo.
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