La Orden de los Caballeros de Su Santidad el Papa "San Ignacio de Loyola", es jesuita laica, bajo la Bendición del General de la Compañía de Jesús, Padre Adolfo Nicolás, Coadjutores Jesuitas Temporales en la obra de Dios y de la "Societas Jesu" en la misión de Cristo, en obras inspiradas en el desarrollo, la justicia social, los derechos humanos de los pueblos el cuidado del medio ambiente y en la espiritualidad ignaciana, sean o no sus dignatarios de la Compañía de Jesús) click..
Quiénes somos
Los Caballeros de la Orden , soldados de Dios, somos jesuitas laicos, somos hombres y mujeres de frontera, dispuestos a estar en aquellos lugares donde hay situaciones de injusticia, donde otros no pueden o no quieren estar, donde se puede tener un efecto multiplicador en bien de la misión. Hombres preparados para responder a las necesidades de nuestro mundo, solidarizándonos con las víctimas de esta historia y así acompañar a Jesús rumbo a la cruz. Somos Compañeros de Jesús, amigos para la misión, y estamos al servicio de la Mayor Gloria de Dios.
(dijo Lord Maculay)
Bandera de las Américas, adoptada como símbolo de las Américas
por la séptima conferencia internacional Americana de
Montevideo el 13 de diciembre de 1933
Como
era de esperar Irak ha estallado, el país fue ganado por el desorden y la
confusión similar a la situación de caos que reinaba tras la caída del régimen
de Saddam Hussein en 2003. El misterio rodea la situación,
especialmente en relación al retiro desconcertante del Ejército iraquí frente
al aplastante avance de las milicias yihadistas suníes del Estado Islámico de
Irak y Siria (ISIS). Tales acciones del ejército han sido indignas de una
fuerza militar profesional, en particular en términos de su inacción a las operaciones
en lugares sensibles como las ciudades iraquíes de Mosul, Kirkuk y Tikrit,
estos hechos, inevitablemente plantean cuestiones relativas a la
responsabilidad que evadió al igual que el liderazgo político de Bagdad.
El último año ha sido muy difícil para Irak, y
corona varias décadas durante las cuales el pueblo iraquí sufrió terribles
pérdidas humanas y materiales como consecuencia de la guerra y de políticas
equivocadas. En abril, Irak realizó unas elecciones que fueron respaldadas por
millones de sus ciudadanos, sin embargo era claro que eso no serviría para
unificar un pensamiento de división sectaria incrustado en
el seno tribal y social. La realidad es que amplios sectores de
la población iraquí se reunieron en torno a un solo sentimiento que operó como
disparador de la violencia actual, a través de la ira y en medio de acusaciones
cruzadas, los reclamos no fueron para constituir un Estado sólido con
instituciones democráticas transparentes, todos los reclamos eran por cuotas de
poder sectario y étnico. Esto ha amenazado las instituciones del Estado y con
ello las oportunidades para una verdadera convivencia entre diferentes
componentes nacionales, y en última instancia, ha conducido a la caída del
sueño de crear un Estado unificado que garantice la unidad iraquí.
Hoy, Irak se enfrenta
a una serie de amenazas que no deben ni pueden ser ignoradas no es sólo por el
bien de Irak, sino por el bien de la región en su conjunto. Existe la amenaza
concreta de grupos terroristas que explotan la frágil situación en Bagdad, los
yihadistas suníes claman venganza sobre los habitantes chiitas del país, el
asesinato, la persecución y la discriminación están presentes desde la última
semana. El ISIS está desplegado militarmente y no considera replegarse; en este
sentido la comunidad internacional debería priorizar los intereses de Irak y
del pueblo iraquí, esta será la única forma en que se pueda construir el
anhelado Estado que incluya las aspiraciones del pueblo y proteger a sus
ciudadanos.
Por otro lado, es
imposible construir un Estado en medio de desórdenes y privilegios sectarios
que priorizan los intereses extranjeros por encima de los propios ciudadanos
iraquíes. La intolerancia sectaria plantea una amenaza sin límites y abrió
puertas a un conflicto sectario de magnitud y sin final a la vista.
La movilización del pueblo iraquí sobre la base de su lealtad
sectaria presagia una guerra mucho más peligrosa que cualquiera que hemos visto
antes en el país. El discurso sectario y
las declaraciones de los líderes de diversas facciones se encuentra en aumento
debido a la situación cada vez más complicada y al punto de encontramos ante un
escenario de crisis que probablemente derivara en masacres y crisis humanitaria
de suma gravedad.
La amenaza de partición y desaparición de Irak como lo conocemos y las repercusiones que inevitablemente
ello tendría en la región significan que todo el mundo debe adoptar una postura
valiente, responsable y de revisión de la situación. Algunas personas dudan que
la partición de Irak sea ahora una situación inevitable. Cualquier persona que
adhiera a este punto de vista estará actuando como si Irak estuviese compuesto
de tres cantones diferentes que pueden ser fácilmente separados unos de otros,
pero olvidan la rica mixtura de la población iraquí como los lazos históricos
que los unen. Tal partición no se conseguiría fácilmente; sería sangrienta y
tendría consecuencias inimaginables. Las réplicas afectarían a toda la región,
especialmente a Siria, que se ha beneficiado por la situación en Irak.
A
finales de este año, el mundo se prepara para celebrar el centésimo aniversario
del estallido de la
Primera Guerra Mundial. Al revisar ese conflicto, que trajo
la caída del Imperio Otomano, es claro que el nuevo trazado del mapa regional que siguió a esta guerra no
sirvió a los intereses de los pueblos. Los límites de Sykes-Picot sólo han llevado a retrocesos y más
guerras.
Irak debe ser
consciente de la amenaza que le acecha, y los árabes deben desempeñar su papel
en la protección de su soberanía y estabilidad.
No
será positivo para la región que se permita explotar el vacío
de poder existente
a cualquiera de las partes involucradas en esta nueva guerra sectaria. Mucho
menos imaginar que una partición del país será fácil e incruenta. La
decisión de actuar en ayuda de Irak está en manos de mundo libre, pero en
primer lugar, se encuentra en manos del mundo árabe islámico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario