Priorato General de la República Argentina
La Orden Militar de Caballería Ligera del Papa, es jesuita laica, bajo la Bendición del General de la Compañía de Jesús, Padre Adolfo Nicolás, colaboradores en la obra de Dios y de los Jesuitas en la misión de Cristo, en obras inspiradas en el desarrollo, la justicia social, los derechos humanos de los pueblos , el cuidado del medio ambiente y en la espiritualidad ignaciana, sean o no sus dignatarios de la Compañía de Jesús) click..
Quiénes somos
Los Caballeros de la Orden , soldados de Dios, somos jesuitas laicos, somos hombres y mujeres de frontera, dispuestos a estar en aquellos lugares donde hay situaciones de injusticia, donde otros no pueden o no quieren estar, donde se puede tener un efecto multiplicador en bien de la misión. Hombres preparados para responder a las necesidades de nuestro mundo, solidarizándonos con las víctimas de esta historia y así acompañar a Jesús rumbo a la cruz. Somos Compañeros de Jesús, amigos para la misión, y estamos al servicio de la Mayor Gloria de Dios.
(dijo Lord Maculay)
Giobando (izquierda) es Jesuita y dirigía la Casa de la Sagrada
de la Compañía de Jesús en Montevideo Uruguay.
El seminarista al que Jorge Bergoglio mandó a cuidar el chiquero de cerdos en el Colegio Máximo de San Miguel fue consagrado obispo hoy en la Catedral de Buenos Aires. Y como obispo auxiliar del cardenal Mario Poli, el flamante obispo Ernesto Giobando S.J. gobernará la Vicaría de Flores, la misma en la que Francisco comenzó su carrera episcopal y donde vivió desde la niñez con su familia de inmigrantes italianos
El anuncio fue realizado por el cardenal Poli al finalizar la ceremonia de consagración en la que, además de Giobando, ordenó obispo a Alejandro Giorgi, rector del seminario porteño. La jornada fue una fiesta con familiares, amigos, alumnos y fieles que conocen a ambos prelados. Giorgi será el nuevo obispo de la zona de Belgrano.
Pero la historia de "Poroto" Giobando, un santafesino que fue alumno y colaborador estrecho de Bergoglio en la Parroquia Patriarca San José de San Miguel, es la que sobresale en esta celebración. Humilde, trabajador y dedicado a la predicación en el humilde barrio vecino al Colegio Máximo de San Miguel, ayer recibió el saludo de los fieles de aquella parroquia de los suburbios donde se inició pastoralmente junto al entonces rector del Máximo Jorge Bergoglio. Su mensaje fue como un espejo de lo que el Papa pide a sus curas: "salir, ir a las periferias".
Integraba un trío de "mosqueteros" que secundaban a un todavía desconocido "Bergoglio párroco", junto a los también jesuitas Alejandro Gauffin, superior de los jesuitas en su comunidad de Congreso, y Guillermo Ortiz, jefe del área latinoamericana de Radio Vaticana.
Giobando, quien es jesuita y dirigía la Casa Sagrada Familia de la Compañía de Jesús en Montevideo, y Giorgi son parte de los cuatro nuevos obispos designados por el papa Francisco consagrados este mes. Este domingo en la catedral de San Martín será consagrado monseñor Han Lim Moon, coreano, como obispo auxiliar de esta diócesis, y el 17 de mayo, en Chaco, monseñor Fernando Martín Croxato, será consagrado obispo auxiliar de Comodoro Rivadavia.
El cardenal Poli presidió la ceremonia de consagración en la Catedral junto a los obispos de Lomas de Zamora, Jorge Lugones; de Azul, Hugo Salaberry; de Jujuy, César Fernández; y auxiliar emérito de Buenos Aires, Horacio Benites Astoul. Un quinto obispo, Gustavo Montini, fue consagrado obispo auxiliar de Presidencia Roque Sáenz Peña, el pasado 1° de mayo.
"Pedro me invita a subir a la barca y a cruzar a la otra orilla, no para un viaje de placer, no para instalarme en despacho, no para mirarme en el espejo de la autorreferencialidadd sino para anunciar el Evangelio a todos los pueblos", dijo en su mensaje el obispo Giobando. Usó como una metáfora el cruce del Río de la Plata desde su misión en Montevideo en una casa de los jesuitas.
"Mi misión es salir, ir a las periferias, caminar, consolar, curar, perdonar, ungir con el óleo de la alegría y del Espíritu Santo", dijo el nuevo obispo salido de la cantera más trabajada por Bergoglio durante su etapa de párroco y de formador de jesuitas en el Colegio Máximo de San Miguel.
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