La Orden Militar de Caballería Ligera del Papa, es jesuita laica, bajo la
Bendición del General de la Compañía de Jesús, Padre Adolfo Nicolás,
colaboradores en la obra de Dios y de los Jesuitas en la misión de Cristo,
en obras inspiradas en el desarrollo, la justicia social, los derechos
humanos de los pueblos , el cuidado del medio ambiente y en la espiritualidad ignaciana, sean o
no sus dignatarios de la Compañía de Jesús) click..
Quiénes somos
Los
Caballeros de la Orden , soldados
de Dios, somos jesuitas laicos, somos hombres y mujeres de frontera, dispuestos
a estar en aquellos lugares donde hay situaciones de injusticia, donde otros no
pueden o no quieren estar, donde se puede tener un efecto multiplicador en bien
de la misión. Hombres preparados para responder a las necesidades de nuestro
mundo, solidarizándonos con las víctimas de esta historia y así acompañar a
Jesús rumbo a la cruz. Somos Compañeros de Jesús, amigos para la misión, y
estamos al servicio de la
Mayor Gloria de Dios.
(dijo Lord Maculay)
Queridos amigos, una año más llegamos a este día en el que celebramos que la pureza y la inocencia de tres niñas, conmovieron el Corazón de María, y haciéndolas portavoces de su mensaje de amor nos animó a seguir su ejemplo.
Seamos todos inocentes y puros, y roguemos a nuestra Madre Celestial para que interceda por nosotros ante el Altísimo.
Fijaros como la fragilidad vence a la fuerza y como el amor destruye el odio. La fe de tres niñas indefensas ha sido fortaleza para nuestra fe.
Aún siendo pecadores, nuestra Madre del Cielo nos tiende su cálido manto y nos regala su dulce mirada. Seamos pues los hijos que todos padres quieren, y mirándola a los ojos con nuestras manos abiertas, sinceramente y desde el corazón, digamos en voz alta:
Fijaros como la fragilidad vence a la fuerza y como el amor destruye el odio. La fe de tres niñas indefensas ha sido fortaleza para nuestra fe.
Aún siendo pecadores, nuestra Madre del Cielo nos tiende su cálido manto y nos regala su dulce mirada. Seamos pues los hijos que todos padres quieren, y mirándola a los ojos con nuestras manos abiertas, sinceramente y desde el corazón, digamos en voz alta:
Santa María, Madre de los creyentes,
Nuestra Señora de Lourdes,
Ruega por nosotros.
Amén
Os deseo a todos allá donde os encontréis; a todos los que formamos parte de esta familia Ignaciana, que paséis un feliz día y recéis por las intenciones del Santo Padre y por todos nosotros.
AMDG.
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