La Orden Militar de Caballería Ligera del Papa, es jesuita laica, bajo la Bendición del General de la Compañía de Jesús, Padre Adolfo Nicolás, colaboradores en la obra de Dios y de los Jesuitas en la misión de Cristo, en obras inspiradas en el desarrollo, la justicia social, los derechos humanos de los pueblos , el cuidado del medio ambiente y en la espiritualidad ignaciana, sean o no sus dignatarios de la Compañía de Jesús) click..
Quiénes somos
Los Caballeros de la Orden , soldados de Dios, somos jesuitas laicos, somos hombres y mujeres de frontera, dispuestos a estar en aquellos lugares donde hay situaciones de injusticia, donde otros no pueden o no quieren estar, donde se puede tener un efecto multiplicador en bien de la misión. Hombres preparados para responder a las necesidades de nuestro mundo, solidarizándonos con las víctimas de esta historia y así acompañar a Jesús rumbo a la cruz. Somos Compañeros de Jesús, amigos para la misión, y estamos al servicio de la Mayor Gloria de Dios.
Orden Caballeros del Papa en América
Los Jesuitas conquistaron Sud América parala Iglesia de Roma
(dijo Lord Maculay)
Los Jesuitas conquistaron Sud América para
(dijo Lord Maculay)
HOMENAJE DE LA ASOCIACION CULTURAL SANMARTINIANA DE BOLIVAR EN EL 197° ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE CHACABUCO
En los primeros días de enero de 1817 comenzó a gestarse la libertad de Chile con la salida de Mendoza, de seis columnas de patriotas donde había correntinos,porteños, misioneros, puntanos, riojanos, cordobeses, tucumanos, mendocinos, salteños, orientales, bonaerenses y europeos,…
Entre los mas de 5000 hombres que componían las divisiones, marchaban cerca de 300 patriotas chilenos comandados por Bernardo O’Higgins retornando a su patria para ayudar a liberarla.
Las acciones de Gregorio de Las Heras, Martínez, Alvarado, De la Quintana, Conde, Cràmer, Soler, Zapiola, Freire, Zelada y tantos otros jefes, coordinadas por José de San Martín, daban comienzo a una de las mas grandes gestas de la historia argentina y sudamericana: el cruce de la Cordillera de los Andes y el inicio del “Plan Continental.”
Las columnas principales cruzaron por los pasos de Los Patos y Uspallata, componiendo una serpenteante caravana que semejaba una enorme hilera de hormigas en el magno escenario andino.
Sin pastos ni agua, con temperaturas varios grados bajo cero, con el soroche haciendo estragos entre los gauchos soldados y los negros libertos... Algunos cayeron para no levantarse más en las heladas rutas cuyo ancho no permitía el paso de mas de una persona a lo sumo, dos por vez. Otros cayeron en los profundos precipicios. Pero la consigna era una sola: avanzar y llegar a Chile.
Y ahí, vigilante, sobre una mula, a veces dando alguna orden, otras solo mirando erguido, el general...
Similares peripecias sufrieron todas las columnas del Ejército de los Andes pero, a pesar de ello, el 12 de febrero de 1817, las dos principales se reunieron en la cuesta de Chacabuco y enfrentaron a las tropas realistas, que habían sido diseminadas por las astutas maniobras sanmartinianas. En el mismo momento en que en la cuesta de Chacabuco se derrotaba a los realistas y se abría el camino a Santiago de Chile, en el Sur , Freire tomaba distintas localidades mientras que en el norte Zelada y Dávila de apoderaban de Coquimbo, localidades, villas y puertos
Por la coordinación de todas las columnas, que llegaron a sus objetivos en el mismo día a cientos de kilómetros de distancia, la sorpresa total del enemigo y las pocas bajas propias, la batalla de Chacabuco fue la culminación brillante del Cruce de los Andes y el inicio definitivo de la Independencia Chilena, obra del genio de San Martín y del esfuerzo y la sangre de miles de seres anónimos que sentían que “lo primero es ser libres, después nada importa”...
El escueto parte de batalla, redactado por el Libertador, decía:
“Excelentísimo Señor:
Una división de mil ochocientos hombres del ejército de Chile acaba de ser destrozada en los llanos de Chacabuco por el ejército de mi mando en la tarde de hoy. Seiscientos prisioneros entre ellos treinta oficiales, cuatrocientos cincuenta muertos y una bandera que tengo el honor de dirigir es el resultado de esta jornada feliz con más de mil fusiles y dos cañones. La premura del tiempo no me permite extenderme en detalles, que remitiré lo más breve que me sea posible: en el entretanto, debo decir a V. E., que no hay expresiones como ponderar la bravura de estas tropas: nuestra pérdida no alcanza a cien hombres…
Cuartel general de Chacabuco en el campo de batalla, y febrero 13 de 1817.
José de San Martín”
Fue tal la impresión que la batalla causó entrte los realistas, que el General español Andrés García Camba escribiría en sus Memorias:” Fue tal la sensación que esta desgracia produjo entre las esparcidas tropas reales, que al día siguiente se abandonó la capital sin más pensamiento que el de acudir a Valparaíso, cada uno como podía, para embarcarse para Lima, aumentando el desorden y el espanto las familias que se precipitaban a ganar un buque porque se creían comprometidas.
Consiguientemente el general Marcó del Pont, muchos jefes y oficiales, las principales autoridades y la mayor parte de la tropa cayeron en poder de los vencedores, quienes sin mas resistencia invadieron todo el país hasta las confines de la fiel provincia de Concepción de Penco. La imparcialidad exige confesar que la pronta organización de un ejército en Mendoza con las dificultades que ofrece el país, el plan de la invasión a Chile y su entendida ejecución recomiendan el mérito de San Martín ...
El camino de la Libertad tuvo su primer gran triunfo en Chacabuco, tres años más tarde, Lima era testigo de la Declaración de la Independencia peruana por obra del Grande entre los grandes: Jose de San Martín
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