Iglesia de la Compañía de Jesús
La historia de los Jesuitas en Córdoba comienza con la llegada de los tres primeros hermanos de la Orden a principios de 1587.
No fue hasta 1591 que Juan Ramírez de Velazco pidió que los jesuitas fueran admitidos como moradores permanentes de la población. El 20 de marzo de 1599 se hizo entrega a la Compañía de Jesús el solar que ahora abarca toda la Manzana Jesuítica, para que fuera su residencia estable. En ella había una pequeña construcción con paredes de piedra conocida como ermita de San Tiburcio y San Valeriano.
Córdoba contaba por entonces con sesenta familias y seis mil indios y ya habían llegado otras órdenes religiosas como los franciscanos, los mercedarios y los dominicos.
Los jesuitas se dedicaron de inmediato a las tareas de culto y apostolado al mismo tiempo que, con la ayuda de los vecinos, construyeron la Residencia y una Capilla, con material perecedero.
En 1608 se creó el Noviciado, para la formación de nuevos religiosos y en 1610 Diego de Torre fundó el Colegio Máximo para estudios superiores destinado a religiosos y seglares.
Este Colegio Máximo se mantenía con limosnas, donaciones y fundaciones.
Una de estas "fundaciones" fue prometida por el Obispo Fernando Trejo y Sanabria, pero su muerte, acaecida en 1614, impidió que tal donación fuera llevada a término. No obstante, los jesuitas lo tuvieron por insigne benefactor de la Orden.
Los títulos privados de los jesuitas en su Colegio Máximo, se convirtieron en títulos universitarios valederos en todos los dominios de la Corona, por Breve Pontificio del Papa Gregario XV, en1621 y por Cédula Real de Felipe IV, en 1622 .
Manzana Jesuítica
Para que los estudios superiores estuviesen asegurados con fondos permanentes, y no sólo en donaciones y fundaciones, se recurrió a la adquisición y explotación de estancias en el interior de la provincia de Córdoba, que son las mismas que hoy componen el Patrimonio de la Humanidad.
La iglesia fue construida aproximadamente entre 1650 y 1674 con los aportes testamentarios del nieto fundador de Córdoba, el jesuita Manuel Cabrera
fuerte abrazo Patricio
CENTINELA DEL DESARROLLO NUCLEAR ARGENTINO
DOCTOR EN FILOSOFÍA DE TEOLOGÍA CRISTIANA
RED INTERNACIONAL ANTINARCÓTICOS "LOS CAIMANES"
San Ignacio Lazcano de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario