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La Orden de Caballería de las Américas
Los Jesuitas conquistaron Sud América para la Iglesia de Roma
(dijo Lord Maculay)
ROSARIO.- Una explosión en un edificio ubicado en el centro de la ciudad de Rosario causó al menos diez muertes y dejó alrededor de 60 heridos. Varias personas fueron evacuadas y otras 19 están desaparecidas.
Según los primeros informes, la explosión pudo haber ocurrido en la caldera del inmueble o bien en uno de los pisos inferiores. Sucedió poco después de las 9.30 en un edificio de unos 30 años ubicado en el boulevard Oroño y Salta, a cuatro cuadras del río Paraná. Sin embargo, horas más tarde se confirmó que el siniestro fue ocasionado por un escape de gas. En la cuadra hay tres edificios con serios daños estructurales.
El segundo cuerpo del complejo de viviendas, de 9 pisos, se derrumbó y un grupo de rescate trabaja en el lugar en busca de sobrevientes.
ORACIÓN
Oh Jesús, único consuelo en las horas eternas del dolor, único consuelo sostén en el vacío inmenso que la muerte causa entre los seres queridos! Tú, Señor, a quién los cielos, la tierra y los hombres vieron llorar en días tristísimos; Tú, Señor, que has llorado a impulsos del más tierno de los cariños sobre el sepulcro de un amigo predilecto; Tú, ¡oh Jesús! que te compadeciste del luto de un hogar deshecho y de corazones que en él gemían sin consuelo; Tú, Padre amantísimo, compadécete también de nuestras lágrimas. Míralas, Señor, cómo sangre del alma dolorida, por la perdida de aquel que fue deudo queridísimo, amigo fiel, cristiano fervoroso. ¡Míralas, Señor, como tributo sentido que te ofrecemos por su alma, para que la purifiques en tu sangre preciosísima y la lleves cuanto antes al cielo, si aún no te goza en él! ¡Míralas, Señor, para que nos des fortaleza, paciencia, conformidad con tu divino querer en esta tremenda prueba que tortura el alma! ¡Míralas, oh dulce, oh pidadosísimo Jesús! y por ellas concédenos que los que aquí en la tierra hemos vivido atados con los fortísimos lazos de cariño, y ahora lloramos la ausencia momentánea del ser querido, nos reunamos de nuevo junto a Ti en el Cielo, para vivir eternamente unidos en tu Corazón. Amén.
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