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Los
Jesuitas conquistaron Sud América para la Iglesia de Roma
(dijo Lord Maculay)
JOSE HERNANDEZ.- 1834-1886
Un diez de noviembre nace
En “Chacras de Pueyrredón”
Este futuro escritor
De apellido con linaje,
Convive con el gauchaje
Cuando al campo se traslada,
Su salud esta quebrada
Ya en su corta mocedad,
Causa de una enfermedad
Con el tiempo superada.
Tres años antes, su madre,
Partió con camino al cielo,
Quedando solo el polluelo
En “Laguna de los Padres”,
Aunque el dolor lo taladre
Le pone el pecho a la vida,
Caseros abre una herida
Con la caída de Rosas,
Y toda divisa roja
Deja de ser bienvenida.
Mil ocho cincuenta y siete
Es el año en que su padre,
Se ha de unir junto a su madre
Allá en su estancia celeste,
Aquellos tiempos agrestes
De batallas fraticidas,
Fueron puntos de partida
Para que el gran escritor,
Abrazara con amor
Los ideales de su vida
Político y escritor
Y nacido en buena cuna
No cabe duda ninguna
Que fue un criollo flor y flor,
Demostró su gran valor
Como soldado en Cepeda,
Y si alguna duda queda
De su pasión idealista,
El criollo Hernández se alista
Y lucha en Pavón sin tregua.
Es Hernández Director
Del “Nacional Argentino”
Donde su escrito genuino
Al caudillo, da valor,
Fue acérrimo opositor
De Don Domingo Sarmiento,
Y lanzo su grito al viento
Ante el vil asesinato,
De aquel apodado “El Chacho”
Allá por el ochocientos
Funda el “Eco de Corrientes”
Mientras tanto en buenos aires,
Asume con gran donaire
Sarmiento de Presidente,
La lucha siempre latente
Entre hermanos argentinos,
Cubre de sangre el camino
Del vencedor de Caseros,
Y en ese rojo reguero
Hernández busca su sino.
Después de estar exiliado
En las tierras brasileras,
Edita por vez primera
Su libro mas afamado,
Este libro es editado
Por una imprenta: “La Pampa”,
Y en el Hernández le canta
Con reverencia y requiebro,
Al gaucho Martín Fierro
Que es del suelo, herencia gaucha.
Sabe que López Jordan
Ya se encuentra detenido,
Y como todo ha perdido
Sus hijos solos están,
Pero no se quedaran
Sin el pan para su mesa
Porque Hernández con firmeza
Una colecta organiza,
Ya que la ayuda es premisa
Cuando llega la pobreza.
Es electo Diputado
Allá en el setenta y nueve,
Y es entonces que promueve
Su otro libro tan loado,
A este lo ha titulado
“La vuelta de Martín Fierro”
Y entre caballos y perros
Gauchos, indios, tercerolas,
A la historia gaucha enrola
Bajo un sonar de cencerros.
Antes de morir escribe
La “Instrucción del Estanciero”
Y a pesar de ser pueblero
El campo en su sangre vive,
A la injusticia persigue
Porque es un hombre de honor,
Que demostró su valor
En las bancas que ocupara,
Y por sus ideas peleara
Ante todo opositor
En mil ocho ochenta y seis
Un veintiuno de Octubre,
La muerte de negro cubra
al periodista y su grey,
subió al cielo siendo Rey
de la gauchesca escritura,
pues Martín Fierro es la pura
esencia de tradición,
que ha de honrar a mi nación
en sus patriadas futuras.
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