BENDICIÓN DEL XXX SUPERIOR GENERAL DE LA
CURIA GENERALIZIA DELLA COMPAGNIA DI GEZÚ
PRIMER OFICIAL DE COMUNICACIONES DE LA
GENDARMERÍA NACIONAL ARGENTINA
DIPLOMADO EN DEFENSA NACIONAL
San Iganacio de Loyola fué
Caballero de Calatrava
CABALLEROS SIGLO XXI
"No me interesa saber cuantos hombres tiene, ni qué unidad es, sólo quiero saber el nombre del Co-mandante, en él encontraré la respuesta al verdadero valor de esa unidad"
Napoleón Bonaparte
Orden de caballería, código de comportamiento practicado en la edad media por el caballero o soldado a caballo. De variados orígenes, se forjó en el siglo XII, floreció en el XIII, declinó en los siglos XIV y XV y se transformó en el XVI en el ideal renacentista de la caballerosidad.
ORIGENES DE LA CABALLERÍA
Los guerreros germanos que recorrieron Europa al principio de la edad media (siglo V), luchaban a pie, pero en el periodo abarcado entre los años 700 y 1000 se crearon fuerzas de caballería para oponerse a las invasiones de los musulmanes, vikingos y magiares.
En el siglo XI, la nobleza de las tierras comprendidas entre el Loira y el Rin adoptó de forma generalizada un entrenamiento específico que dependía de las tácticas militares para ejercer la lucha a caballo, al igual que asumieron el feudo y el vasallaje propios del feudalismo.
De este modo, en el siglo XII, el término francés chevalier (‘jinete’) adquirió una connotación honrosa y la palabra inglesa knight (derivada del vocablo anglosajón cnight, que significaba ‘sirviente’) vino a tener el mismo sentido.
El carácter y los ideales de la caballería adquirieron una mística tal que combinaba las cualidades aristocráticas, las virtudes cristianas y el amor cortés femenino.
El caballero ideal debía ser un hombre valeroso, leal y generoso, como los héroes de la poesía épica. A los ojos de la Iglesia, debía poner su espada al servicio de la pobreza y de la necesidad y, especialmente, al servicio de las Cruzadas dirigidas a Tierra Santa.
Del sur de Francia procedió la idea de que un caballero debía servir a una dama (a veces prometida o casada con otro) a la cual él amaría apasionadamente, aunque sin esperanzas. Los romances franceses y las canciones de gesta cantadas por los trovadores reflejan esta ética caballeresca.
Las ocho puntas de la cruz, símbolo de la Orden, hacen referencia a las ocho Bienaventuranzas y nos recuerdan visiblemente su espiritualidad.
Los miembros de la Soberana Compañía de Loyola (Orden de Caballería), en base a la Carta Constitucional, se comprometen a tener una conducta cristiana, ejemplar en la vida privada y pública, contribuyendo a mantener viva la tradición jesuita de la Soberana Compañía.
La Soberana Compañía permanece fiel a los principios que inspiraron su fundación: la defensa de la Fe y el servicio a los necesitados.
Sus miembros combinan vocación y compromiso con la solidaridad, la justicia, y la paz, basándose en la enseñanza de la doctrina evangélica, ejerciendo una caridad dinámica y operativa, sustentada por la oración.
No se es Caballero o Dama sólo por privilegio de nacimiento o por méritos adquiridos, sino por haber sabido responder a la invitación de trabajar allí donde surgen necesidades materiales y morales, allí donde se encuentre el sufrimiento.
Orden : Una Orden está constituida por un conjunto o congregación de personas, reunidas bajo el mismo ideal espiritual, que tiene por objetivo un Noble fin. Implica dirección a un mismo objetivo en unidad jerárquica.
Laica : Significa que no hay dependencia directa de ninguna estructura eclesiástica, sino sólo de las de la propia Compañía. Los votos de pobreza y castidad medievales, son conservados en la forma de humildad y fidelidad. Se mantiene, sin embargo, el voto de obediencia.
Caballería Espiritual. En el ámbito trascendente se refiere a la custodia y adecuada transmisión de lo sagrado. En lo profano, la defensa de la justicia.
El Caballero (o Dama), siempre antepone los intereses de quien defiende o protege a los propios.
GENERAL SOBERANA COMPAÑÍA DE LOYOLA
FUNDADOR DE LA ORDEN DE CABALLERÍA
San Ignacio de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.
San Ignacio de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.
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