Yo como tantos, un día,
para siempre te vi partir,
no pensaba verte morir
ni besar tu frente fría,
tampoco entonces sabía
cuánto nos duele la muerte,
del padre que de repente
se nos va de nuestro lado,
y solos hemos quedado
con su recuerdo en la mente.
Los años se van pasando
y yo de ti no me olvido,
por eso padre querido ya ves,
te estoy recordando,
tú tal vez estés cantando
como en tu vida terrena,
cuando en noches de verbena
tu voz nos iluminaba,
y a nuestra casa alegrabas
aventando cualquier pena.
En cada estrella que miro
cuando el cielo ya oscurece,
tu rostro ver me parece
entre nubes de suspiros,
en estos, hoy me inspiro
para, padre, saludarte,
y de esta forma abrazarte
con el inmenso cariño,
que te tuve desde niño
para jamás olvidarte.
Adolfo "vasco" Zabalza +
Agradecimiento de SS Francisco Papa
Cte pr Dr D CARLOS GUSTAVO LAVADO RUÍZ ROQUÉ LASCANO
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