La
grieta, ese abismo que separa dos visiones irreconciliables en la política
argentina, puede haberse disipado por el coronavirus, como se nos dice. Pero es
legítimo preguntarse también si tal
grieta alguna vez existió. O si existió
en lo que realmente importa. Porque lo cierto es que oficialismo y oposición
han estado siempre de acuerdo en más asuntos de los que ambos bandos quisieran
admitir. Sobre todo en cuestiones de fondo.
Sobre
esa paradoja y sobre las razones para que en nuestro país no haya surgido aún
una fuerza que desafíe al discurso dominante y la corrección política, como sí
ocurre en cambio en otras latitudes, La
Prensa conversó con el historiador y
analista político Rosendo Fraga, miembro de número del Instituto de Historia
Militar de la Escuela Superior de Guerra, del Consejo Académico de la Escuela
de Defensa Nacional y de la Academia Argentina de la Historia. Fraga es
director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.
-¿Hay
realmente una grieta? Porque si pensamos en el aborto, la ideología de género o
las banderas del feminismo, si examinamos la interpretación que se da a lo
ocurrido en la década del '70, si vemos el menosprecio a nuestras Fuerzas
Armadas o de seguridad, a nuestra tradición católica, y podría seguirse, todos
tienen una visión convergente sobre estos temas.
-Bueno,
esto nos lleva a una cuestión conceptual. ¿Qué es grieta? Yo creo que en la
política contemporánea lo más cercano a la grieta fue el conflicto entre el
peronismo y el antiperonismo. ¿Por qué? Porque ese conflicto alcanzaba a todos.
En la grieta actual, hay que ver los temas. Quizás el que ha generado una mayor
movilización social fue la dupla aborto-ideología de género, que cruza
horizontalmente a todas las fuerzas políticas. ¿Esta grieta se superpone con la
grieta de la política? Relativamente. Lo estamos viendo con lo que sucede en el
Senado. El presidente del bloque kirchnerista en el Senado, José Mayans, dijo
claramente: "El aborto es asesinato". Y en Juntos por el Cambio,
ahora, aparece un conjunto de diputados muy militantes del aborto. En la
política, por su parte, hay una grieta que podríamos llamarla
peronismo-antiperonismo, otra que es kirchnerismo antikirchnerismo.
-El
gobierno de Macri, en todos esos temas, continuó la inercia. Nadie osa dar esa
batalla cultural. ¿Por qué?
-El
kirchnerismo la dio. El macrismo, en cambio, eligió confrontar solo en economía
y política exterior. No quiso librar ninguna batalla en la educación ni en
otros campos culturales. Le quitó relevancia a los temas en los que no quería
disputar. El ejemplo para mí más claro es el de la historia. Gramsci decía
"el que domina la cultura domina la política". Quienes quieren
remover los símbolos franquistas en España repiten: "quien impone su
interpretación de la historia domina el futuro".
LOS MANUALES
-No es
algo novedoso aquí.
-Fue
nuestra experiencia en el siglo XIX. Cuando Mitre escribe la Historia
de San Martín y la Historia
de Belgrano está escribiendo una
historia que tiene que ver con valores de un proyecto de país hacia adelante. Y
acá es donde yo veo que el kirchnerismo impuso su interpretación de la
historia. Se ve con mucha claridad en diversos ámbitos: desde la revisión de
los manuales escolares hasta el cambio de símbolos en los billetes. El macrismo
no quiso modificar los manuales de enseñanza de la historia. Y los manuales
juegan un papel muy importante. Porque para el 85% o 90% de la población, su
único conocimiento de la historia son las nociones elementales que les da el
colegio. El kirchnerismo sí lo había hecho, puso el canal Encuentro.
-El
kirchnerismo siempre lo tuvo muy claro en ese sentido. El aparato de
comunicación del Estado estaba al servicio de ese mensaje.
-En la
etapa anterior arrastró incluso a gran parte de los medios privados.
Especialmente en televisión. Quien domina el pasado domina el futuro. La
batalla por la historia juega un papel muy importante.
-Además
de dominar el futuro, parece estar reescribiéndose la identidad del país. Dar
respuesta a la pregunta ¿quiénes somos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario