El 27 de noviembre de 1821, el
general Don José de San Martín, validó los “Títulos de Castilla” como
"Títulos del Perú" para los nobles que reconocieran la independencia
del Perú y ratificaran sus títulos ante el gobierno independiente. El 12 de
noviembre de 1823, con la promulgación de la Constitución Política de la
República Peruana, los “Títulos del Perú” fueron abolidos definitivamente, por
lo que estos quedaron invalidados, teniendo valides únicamente en España como
“Títulos reales y nobiliarios de España”.
Tras el restablecimiento de las
relaciones diplomáticas entre el Perú y España a finales del siglo XIX, -así como
cuando se dio la posibilidad de obtener la doble nacionalidad- un grupo de
ciudadanos peruanos realizó un proceso judicial para habilitar sus títulos
nobiliarios o reclamarlos a sus parientes de España, ya que para estas familias
estos títulos tenían un valor histórico muy importante, o les daban cierto
prestigio y estatus en la alta sociedad republicana.
El litigio para la recuperación de
estos títulos no fue nada sencillo, ya que implicó una probanza documental en
un proceso judicial que duró desde 5 a 15 años, el costo del proceso supera los
5 000 a 8 000 euros y se añadió una cuota de 500 a 2 000 mil euros por su
restitución. Así mismo los impuestos para mantener los títulos activos supera
los 500 a 1 000 euros desde 1993.
“en el Perú se han recuperado algunos
de los títulos que fueron otorgados por el Rey de España a peruanos que se
distinguieron en la época virreinal. Bolívar elimina todos los títulos de
nobleza en el Perú y los títulos peruanos comienzan a ser reclamados por ramas
españolas de las familias peruanas, lo que origina que éstos se pierdan para el
Perú. Es por esta razón que en el siglo XX algunas personas descendientes de
las familias que recibieron títulos, lograron reivindicarlos y traerlos
nuevamente al Perú. Actualmente hay 9 títulos peruanos que fueron recuperados.
Mi esposo lleva dos de esos títulos:
Marqués de Torre Bermeja y Conde de Las Lagunas. En el caso de este último
título, hubiera sido una pena que pasara a España cuando el último titular
peruano fue uno de los primeros en firmar con ese título el Acta de la
Independencia del Perú.
En estos tiempos la nobleza es
principalmente un recuerdo de familia. Pero también es una forma de recordar
que esos títulos se obtuvieron por servicios prestados al país y que para
conservarlos dignamente hay que mantener ese espíritu de servicio”. (Milagros
Álvarez-Calderón Larco, 2011)
Referencias:
.- Revista del Instituto Peruano de
Investigaciones Genealógicas (1994)
.- Elenco de grandezas y títulos
nobiliarios españoles, ERH (2012).
.- El Perú tuvo más nobles que ningún
otro lugar de América, Diario El Comercio (2011).
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