En esta fecha, hace 923 años, los
numerosos sacrificios de Godofredo de Bouillon y los Caballeros de la Primera
Cruzada fueron coronados con victoria sobre las murallas de Jerusalén cuando
recuperaron la Ciudad Santa para la cristiandad.
El viaje a las murallas de Jerusalén fue largo y peligroso y muchos cruzados que no murieron en la batalla perecieron de enfermedades y otras privaciones. Cuando finalmente llegaron a la Ciudad Santa, la encontraron bien defendida por una fuerza fuerte y bien abastecida. Los cruzados construyeron enormes máquinas de asedio y lanzaron valientes ataques contra las murallas, pero no tuvieron éxito. Tras el fracaso de estos intentos, los cruzados pasaron tres días en oración, ayuno y penitencia antes de lanzar el asalto final que rompió las defensas y capturó la ciudad.
Como General de nuestra Compañía, hago un llamado a todos nuestros Caballeros y Damas para que se vuelvan a dedicar a las virtudes caballerescas de la oración y la perseverancia frente a las dificultades y la adversidad y a orar por aquellos caballeros que hicieron el último sacrificio por la Fe.
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