CARLOS GUSTAVO LAVADO RUIZ Y ROQUÉ LASCANO
COMANDANTE GRAN MAESTRE
ORDEN CABALLEROS DE "SAN IGNACIO DE LOYOLA"
Bandera de la Hispanidad en las Américas,
adoptada como símbolo de las Américas
por la séptima conferencia internacional Americana
de Montevideo el 13 de diciembre de 1933
Georg Gänswein recibió a la pareja real a las puertas del Aula Pablo VI y les condujo hasta el Papa que los saludó así.
"Su Alteza Real, sea bienvenido”.
"Es un placer”.
"Su Alteza Real, sea bievenida”.
"Es un placer”.
Francisco les habló en español con ayuda de un traductor. Mantuvieron un encuentro privado de una media hora. Después llegó el intercambio de regalos. El príncipe Carlos confesó al Papa que no sabía muy bien con qué obsequiarlo.
"Es imposible saber qué traerle, Su Santidad”.
Con mucho humor británico, el príncipe se refirió al retrato que el matrimonio entregó al Papa.
"Puede esconder este si quiere”.
Le regalaron además esta cesta con productos caseros de Highgrove Royal Gardens, la que es su residencia personal, para que sean compartidos con personas sin hogar.
"Es zumo”.
"Muchas gracias”.
"Es muy bueno”.
Francisco les entregó una copia en inglés de sus principales documentos y una rama de olivo en bronce que representa el deseo de paz.
Al despedirse, el Papa les pidió que recen por él. La duquesa de Cornualles le respondió añadiendo además un comentario sobre su esposo que provocó una gran carcajada en Francisco.
"Adiós”.
"Rece por mí”
"Ha sido un placer … Mi marido habla mucho”.
Con este simpático toque concluyó la visita del heredero a la corona de Inglaterra y de su esposa. La última vez que estuvieron en el Vaticano fue en 2009 para reunirse con Benedicto XVI.
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