Don IÑIGO LOPE LAZCANO DE LOYOLA nació
en 1491 en el Castillo de Loyola, en el valle de Aspeitia, provincia vasca de
Guipuzcoa a orillas del Mar Cantábrico en la península Ibérica.
Sus padres nobles de abolengo,
Beltrán Yáñez de Oñaz y Loyola y doña Mariana Sáez de Licona, le proporcionaron
una cuidada educación del espíritu basada en la fe y piedad cristiana que junto
con el honor caballeresco formaban su más preciado blasón. Sus abuelos Don Lope García de Lazcano y Doña Samcha Yañez de Loyola.
Se destacó en el sitio de
Pamplona por sus cualidades militares, evitando una capitulación prematura,
ejecutando trabajos de organización y fortificando las defensas de la ciudadela.
Durante la convalecencia de las
graves heridas recibidas en esa heroica gesta, no habiendo libros de
caballería, se dedicó a leer una "Vida de Cristo" del Cartujano
Ludolfo y una "Leyenda de los Santos" de Jacobo Varezza produciéndole
en su alma una transformación que le abrió horizontes desconocidos,
provocándole la irrevocable determinación de servir a Dios.
En el santuario de nuestra Señora
de Montserrat entregó la espada en el altar de María en señal de conversión en
Soldado de Dios y bajando de la montaña dio principio a su vida de penitente.
Fue una comunión terminante, integral y definitiva.
La verdadera victoria la encontró
en la paz interior y en el entendimiento de los profundos misterios de la fe.
En 1523 visitó Tierra Santa,
iniciando a su regreso estudios filosóficos y teológicos en Alcalá y Salamanca,
siendo perseguido, se radica transitoriamente en París donde logra interesar
profundamente de sus mismos ideales a otros condiscípulos como Pedro Fabro,
Francisco Javier, etc, los que habrían de ser parte de los 10 primeros hombres
que integrarían la Compañía de Jesús antes que ésta se formara como
Institución.
Fruto de ese período de gracia es
el "Libro de Ejercicios Espirituales", que con lógica y método
conforman los principios del Evangelio.
El Papa Paulo III aprobó la
creación de esta nueva orden el 27 de septiembre de 1540 siendo designado,
Ignacio, Superior General de la Orden dirigiéndola durante 15 años.
En la organización de la Compañía
y en toda su acción se trasluce la influencia militar, por ello se evidencia el
predomino de obediencia consciente y voluntaria; respeto y disciplina ciega al
Servicio de Dios.
San Ignacio de Loyola demostró
una gran capacidad intelectual y de razonamiento, sentido del deber,
constancia, firmeza, voluntad y prudencia. Denotó valentía, esfuerzo,
sacrificio, devoción, sencillez y amor al prójimo.
El 31 de julio de 1556 llega el
momento del adiós a la vida terrena quedando para nosotros esas excelentes
cualidades personales y grandiosas iniciativas, perfeccionadas hasta el
heroísmo, merced al esfuerzo personal y a los impulsos de la gracia.
En 1609 es beatificado y
canonizado en 1622.
Debemos recordar la
extraordinaria acción desarrollada por los Jesuitas en América y
particularmente en el noreste de nuestro territorio donde ejercieron una noble
y sacrificada tarea de cristianización y civilización dejando como testimonio
tangible de sus obras de ingeniería la construcción de caminos, puentes, diques
e instalaciones de todo tipo.
Los registros históricos de
nuestra emancipación destacan con grandeza a los herederos de San Ignacio que
contribuyeron con su acción a plasmar la identidad de nuestra Patria.
El 14 de junio de 1960, el
SECRETARIO DE ESTADO DE GUERRA, a propuesta de la INSPECCIÓN DE INGENIEROS (SECRETARÍA
DE GUERRA - Expte 165/60) resolvió designar Patrono del Arma de Ingenieros a
San Ignacio DE LOYOLA (BMP Nro 3159, del año 1960).
Algunas de las consideraciones
que materializaron tal determinación fueron las siguientes:
• "Que se trata de un Santo
mundialmente venerado, que en su juventud fue militar, alcanzando el grado de
Capitán y habiendo intervenido en la dirección de trabajos de organización y
reforzamiento de fortaleza".
• "Que es el fundador de la
Compañía de Jesús cuya actividad preponderante fue la construcción de obras de
ingeniería en vasta escala durante la colonización americana que son hoy
reliquias argentinas".
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