bibliografía
La relación con la política
Dio una entrevista a la TV mexicana por sus dos años de pontificado. “A veces yo me he sentido usado por la política del país”, aseguró. Desde que llegó a Roma, lo visitaron decenas de políticos K y opositores.
En una muy larga entrevista a la televisión mexicana que concedió en ocasión de su segundo aniversario en El Vaticano, el papa Francisco dijo ayer que “a veces yo me he sentido usado por la política del país”. Jorge Bergoglio agregó: “Quiero contestar abiertamente, aunque me podría traer algún problema personal en mi país. Pero simplemente cuento lo que ha pasado”.
La reflexión sobre cómo la política argentina lo ha usado se la hizo Francisco a la veterana vaticanista de Televisa, la principal cadena de televisión mexicana, Valentina Alazraki, que le pidió explicaciones sobre el reciente mensaje del Papa a su amigo, el diputado de la ciudad Gustavo Vera, en el que lo convocó a luchar contra “la mexicanización de la Argentina”, en referencia a la proliferación del narcotráfico.
El gobierno mexicano hizo una protesta diplomática formal, el Vaticano contestó con aclaraciones y México dio por terminado el incidente. A Alazraki el Papa le dijo que el término mexicanización había sido “utilizado técnicamente”. “Levantó pólvora, pero el 90% del pueblo mexicano no se sintió ofendido por eso, lo cual me alegra”, consideró.
Vera publicó el mensaje de Bergoglio en su blog y el Papa contó en la entrevista que su amigo “pidió perdón” y que lo hizo “como diciendo: hasta el Papa está luchando contra la droga”.
“Es verdad que tocar un tema tan delicado puede traer consecuencias. Pero lo tengo que decir: a veces me he sentido usado por la política del país”, dijo Bergoglio.
El Papa agregó que “los argentinos, cuando vieron un Papa argentino se olvidaron de todos los que estaban a favor o en contra del Papa argentino. Los argentinos no somos humildes, somos muy engreídos. Usted sabe como se suicida un argentino. ¿No? Se sube arriba de su ego y de ahí se tira abajo”.
Bergoglio comentó enseguida que “Somos muy... somos los campeones del mundo, después campeón San Lorenzo. Nos agrandamos con facilidad, realmente. La desmesura argentina, propia de nuestra manera de ser, un poco compadrita, pillada. Somos los mejores de América, ese tipo de cosas”.
Francisco amplió esta reflexión ante las cámaras de televisión mexicanas, contando algunas experiencias con los compatriotas. “Yo sé que mucha gente, sin quererlo, la mayoría, algunos queriendo, usan su venir acá o una carta mía o un llamado. Hay gente a la que llamo y nunca abre la boca. Y he llamado y nunca lo dijo ¿no? Enfermos, o he mandado una carta y nunca la publicaron, otros sí. Pero, si siento que debo hacer algo, lo hago y corro el riesgo. Y bueno ¡que va a hacer!”.
El cortocircuito con la política argentina, debido a los que lo usan, tal vez significa que se han cerrado las puertas de la Casa de Santa Marta, el hotel interno vaticano donde reside Francisco a los personajes que poblaban la tarde vaticana para lograr el encuentro y la foto con el Papa.
Es difícil evaluar qué consecuencias tiene este distanciamiento sobre la lucha política nacional y la campaña en un año electoral. Durante bastante tiempo, Santa Marta por la tarde era una verbena de argentinos. Al parecer, ahora la exclusión se limita a los políticos. No a los sindicalistas, que también han llegado con frecuencia y han sido recibidos por Jorge Bergoglio.
De la primera línea de los candidatos para las elecciones presidenciales, han tenido las puertas abiertas Daniel Scioli y Mauricio Macri. Ambos son líderes políticos pero también altos funcionarios, por sus cargos como gobernador bonaerense y jefe de Gobierno porteño. Y el Papa ejercita un doble rol: como líder religioso, pero también como jefe de un Estado que mantiene relaciones con casi 200 países, uno de los cuales es la Argentina.
De allí que también esté facilitado el encuentro con la presidenta Cristina Kirchner. Las últimas dos veces que vino al Vaticano, el año pasado, mantuvo largos diálogos a solas con Jorge Bergoglio. El Papa sostiene que su principal preocupación es reforzar el diálogo nacional y las conductas de los líderes políticos para que Cristina termine regularmente su mandato a fines de este año. En su última visita, Cristina pidió la audiencia al Papa y arribó acompañada por una comitiva de 53 personas, entre ellos una nutrida patrulla de dirigentes de La Cámpora.
En el tema de las fotografías, el político que protagonizó el caso más resonante fue el bonaerense Martín Insaurralde, a quien la presidenta acomodó a su lado para incluirlo en la foto con el Papa durante la visita a Río de Janeiro de Francisco a mediados de 2013. Insaurralde hizo carteles con esa foto y los pegó como una demostración de su cercanía al pontífice en la campaña electoral de las elecciones que perdió con Sergio Massa.
Massa es el único político relevante que nunca fue recibido por el Papa. El diputado fue acusado de haber movido influencias -cuando era jefe de gabinete- para hacer saltar al hoy Papa de su cargo como arzobispo de Buenos Aires.
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