orden de los caballeros de
su santidad el papa
"san ignacio de loyola"
el papa francisco en turquía
ANKARA, 28 Nov. 14 / 10:58 am.- En su discurso al presidente del
Departamento para los Asuntos Religiosos (conocido como Diyanet), la más alta
autoridad islámica en Turquía, Mehmet Gormez, el Papa Francisco señaló que “la
violencia que busca una justificación religiosa merece la más enérgica condena,
porque el Todopoderoso es Dios de la vida y de la paz”.
El
discurso se dio luego de que ambos mantuvieran un encuentro privado. En sus
palabras el Santo Padre alertó que “la violencia que busca una justificación
religiosa merece la más enérgica condena, porque el Todopoderoso es Dios de la
vida y de la paz”.
“Tenemos
la obligación –prosiguió– de denunciar todas las violaciones de la dignidad y
de los derechos humanos” dado que “la vida humana, don del Dios Creador, tiene
un carácter sagrado”.
El
mensaje del Papa, que ha estado lleno de menciones sobre la terrible situación
que se vive en Oriente Medio, ha recordado que “las buenas relaciones y el
diálogo entre dirigentes religiosos tienen gran importancia”, sobre todo ante
“tiempos de crisis” en los que “zonas del mundo se convierten en auténticos
dramas para poblaciones enteras”.
“Hay
efectivamente guerras que siembran víctimas y destrucción; tensiones y
conflictos interétnicos e interreligiosos; hambre y pobreza que afligen a
cientos de millones de personas; daños al ambiente natural, al aire, al agua, a
la tierra”
El
Santo Padre hizo alusión a la situación en Oriente Medio, que “es
verdaderamente trágica, especialmente en Irak y Siria”. “Todos sufren las
consecuencias de los conflictos y la situación humanitaria es angustiosa.
Pienso en tantos niños, en el sufrimiento de muchas madres, en los ancianos,
los desplazados y refugiados, en la violencia de todo tipo”.
El
Pontífice expresó que le parece especialmente preocupante que “sobre todo a
causa de un grupo extremista y fundamentalista –en referencia al Estado
Islámico- enteras comunidades, especialmente – aunque no sólo – cristianas y
yazidíes, hayan sufrido y sigan sufriendo violencia inhumana a causa de su
identidad étnica y religiosa. Se los ha sacado a la fuerza de sus hogares,
tuvieron que abandonar todo para salvar sus vidas y no renegar de la fe”.
Además,
añadió que “la violencia ha llegado también a edificios sagrados, monumentos,
símbolos religiosos y al patrimonio cultural, como queriendo borrar toda
huella, toda memoria del otro”.
Ante
esta alarmante situación, se debe “continuar el trabajo común para encontrar
soluciones adecuadas”, de manera especial las distintas comunidades religiosas.
“Nosotros los musulmanes y los cristianos, somos depositarios de inestimables
riquezas espirituales, entre las cuales reconocemos elementos de coincidencia,
aunque vividos según las propias tradiciones: la adoración de Dios
misericordioso, la referencia al patriarca Abraham, la oración, la limosna, el
ayuno”.
El
Papa dijo luego que que “el común reconocimiento de la sacralidad de la persona
humana sustenta la compasión, la solidaridad y la ayuda efectiva a los que más
sufren”.
Por
último, deseó que las relaciones entre la Diyanet y el Pontificio Consejo para el Diálogo
Interreligioso “continúen y se consoliden”.
Fuente: Aciprensa
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