orden de los caballeros de
su santidad el papa
"san ignacio de loyola"
Los indios
guaraníes que habitaban gran parte de Sudamérica, desde los actuales
territorios de Bolivia a Argentina, incluido parte de Brasil y Uruguay, ya
jugaban a un deporte similar al fútbol cuando los jesuitas se instalaron en el
siglo XVII, según documentos de esa congregación religiosa en Paraguay.
Un
material audiovisual que resume una recopilación de documentos históricos de la
congregación de los jesuitas, sumados a vestigios de las reducciones (pequeñas
comunidades) donde los misioneros albergaban a los aborígenes para
evangelizarlos, fue lanzado por la Secretaría de Cultura de Paraguay bajo el título:
"Los guaraníes inventaron el fútbol".
"No
buscamos aquí una reivindicación a favor de los guaraníes sino simplemente
poner de resalto una curiosidad, de que el juego de la pelota con los pies ya
existía cuando llegaron los jesuitas poco después del 1.600", dijo a la AFP la ministra de Cultura
Mabel Causarano. La creación del fútbol es atribuida a Inglaterra, país que
reglamentó el juego en 1863 a través de la Football Association
(FA), la primera asociación del fútbol.
En 1609 se
fundó la primera reducción de indios guaraníes bajo el nombre de San Ignacio
Guazú, a 250 km al sureste de Asunción. Paradójicamente es una de las pocas que
sigue en pie, en cuyo alrededor se erige toda una ciudad.
En sus
alrededores, en unos 150 km a la redonda, se encuentran otras siete ruinas de
reducciones jesuíticas que el gobierno y los religiosos tratan de conservar con
todos sus tesoros (altares, imágenes, estatuas, cuadros, muebles, vestuarios y
edificaciones en general).
Se
llegaron a fundar más de 30 pueblos en territorios que hoy pertenecen a
Paraguay, Bolivia, Brasil, Argentina y Uruguay.
El párroco
de San Ignacio, el cura español Antonio Betancor, describe a las reducciones
como pequeñas comunidades autosuficientes donde se entrenaba a los nativos en
técnicas de agricultura, artesanía, construcción, dibujo, pintura, escultura,
astronomía, modelos casi utópicos de convivencia como los descriptos en su obra
La Utopía por
Tomas Moro (1478-1535) "La utopía de esta forma de organización duró 159
años hasta la expulsión de los jesuitas por la Corona española, hecho que
provocó el desbande indígena pero cuya organización socioeconómica (1609-1768)
quedó indeleble en el tiempo".
Las
habilidades de los nativos con el balón ya eran reportados en las cartas anuas
(los informes anuales) que enviaban los responsables jesuitas a la jefatura
provincial en Roma. El historiador Jorge Rubbiani advierte que un objeto
redondo que salta por el que se disputan los hombres en un juego se remonta a
la antigüedad.
"Yo
no creo que los guaraníes hayan inventado el fútbol, solamente que cada
civilización le va agregando cosas con el tiempo. Es puro sentido común",
agrega.
'Mangai',
juego con balón de los guaraníes
Pero
admite que cronistas jesuitas del siglo XVII y XVIII, específicamente en 1639,
en 1751 y 1777, reportan el juego de la pelota con el pie al que llamaban
"mangai".
Se trata
del producto de la pulpa o la resina de un árbol conocido como Mangaisí, de un
color parecido y pegajoso como la miel de abeja, o como el caucho. Julio
Galeano, director del Museo de San Ignacio, hace notar que la planta todavía
hoy crece en la plaza de la
Iglesia.
"Los
guaraníes hacían una incisión vertical en la corteza para extraer el líquido
espeso y pegajoso". "También se usaba este líquido para la caza de
loros.
Se untaba
por la rama de los árboles y estas aves quedaban pegadas", abona Rubbiani.
El historiador asegura que en el Amazonas, también se encontró que los
silvícolas recurrían a este tipo de planta para fabricar una pelota.
El padre
Bartomeu Meliá, un jesuita estudioso de la cultura guaraní, explica que la
pelota se hacía sobre una base de bolita de arena húmeda a la que se adherían
capas y capas del caucho. Con una bombilla de bambú soplaban para darle el
diámetro adecuado para el juego.
El padre
Betancort añade: "La pelota daba muchos rebotes y los jugadores tenían que
tener mucha habilidad para controlarla, driblear o rematar para generar la
diversión, tanto de los participantes como de los espectadores".
Ganador,
por cansancio
"No
había arcos. Se declaraba perdedor al equipo que se retiraba por
cansancio". Este juego se practicaba todos los domingos después de la misa
y podía durar hasta la puesta del sol.
"El
único problema con este juego era que el partido siempre terminaba 0 a 0",
bromea el responsable del museo. El periódico del Vaticano, Il Observatore
Romano difundió en el 2010 el reporte jesuita de la época sobre el juego del
fútbol en las misiones y que se conserva en Roma."Esa publicación nos
animó a producir el audiovisual que titulamos "Los guaraníes inventaron el
fútbol", dijo la ministra Causarano.
Pero
Rubbiani reitera que los aztecas, los incas o individuos de otras culturas en
el mundo tuvieron sus modalidades parecidas. Lo que llama la atención es que
perdura la de los reportes de los jesuitas que por 150 años pusieron en
práctica la teoría de Tomás Moro, el pensador inglés.
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