Orden de los caballeros de
su santidad el papa
"san ignacio de loyola"
noticias del vaticano
Se reúne en Ammán
El diálogo para eliminar los obstáculos teológicos que
impiden la plena comunión entre los católicos y los ortodoxos avanza despacio,
pero no se detiene. Esta es la primera señal quel lega
desde Ammán, en donde a partir de hoy y hasta el martes 23 de septiembre se
lleva a cabo la 13° reunión plenaria de la Comisión mixta internacional para el diálogo
teológico entre la Iglesia
católica y la Iglesia
ortodoxa. Esta vez fue el Patriarcado ortodoxo de Jerusalén quien
hospeda a los delegados en el Landmark Hotel de la capital jordana.
Después
del largo periodo que pasó tras la última reunión, que se llevó a cabo en Viena
en 2010, el organismo bilateral trata de retomar el frágil recorrido de una
consulta en la que sus miembros (dos representantes por cada una de las 14
Iglesias ortodoxas autocéfalas y otros tantos representantes católicos) se han
visto involucrados desde hace 8 años.
Todos
ellos se reúnen periódicamente para discutir
las cuestiones más importantes de la relación entre autonomía y colegialidad en
la Iglesia. El objetivo declarado
de esta búsqueda común es verificar si existe una
definición y alguna modalidad del ejercicio del primado de Roma que pueda ser
aceptada incluso por los ortodoxos.
El punto de llegada
parece todavía lejano. Pero, mientras tanto, en los últimos cuatro años, han
cambiado algunas cosas importantes: en Roma hay un nuevo
Papa; los ortodoxos convocaron para el 2016 su Santo y Gran Concilio, que se lleva gestando
desde hace décadas; y en algunos países del Medio Oriente, incluidos los que
tienen fronteras con Jordania, los católicos y los ortodoxos han compartido lo
que Papa Francisco llama ”el ecumenismo de la sangre” en situaciones de
persecución, en las que ”los que asesinan a los
cristianos no te piden el documento de identidad ni en cuál Iglesia fuiste
bautizado”.
En Ammán, los trabajos de la
comisión serán presididos (una vez más) por el cardenal Kurt Koch (presidente
del Pontificio Consejo para la
Promoción de la
Unidad de los Cristianos), por parte católica, y por el
metropolitano de Pérgamo Ioannis Zizioulas, del Patriarcado ecuménico de
Constantinopla. De los cardenales que pertenecen al organismo, el único
presente en la sesión será el Prefecto de la Congregación para las
Iglesias Orientales, Leonardo Sandri.
Durante
los últimos años de trabajo sobre la espinosa cuestión del primado, el
único texto aprobado por la
Comisión (pero sin el potente apoyo del Patriarcado ruso) es
el documento elaborado en la reunión de Ravenna de 2007, en el que aparecen
definidas las relaciones entre el primado y la conciliaridad como”recíprocamente
interdependientes”.
En Ammán
se examinará el borrador del nuevo documento, titulado ”Sinodalidad
y Primado”,
que, por lo menos en la intención de los redactores, debería ”ofrecer
el marco de referencia para afrontar la cuestión crucial del papel del obispo
de Roma en la Iglesia
universal”.
Se trata de un texto de pocas páginas que propone y desarrolla puntos centrales
que ya estaban presentes en el Documento de Ravenna, y en el cual la
relación entre el primado y la sinodalidad en la vida de la Iglesia (a nivel local,
regionaly universal) es afrontada con un carácter puramente teológico, dejando
a un lado los argumentos históricos y patrísticos que habían llevado al
empantanamiento (sobre todo debido a objeciones expresadas por los ortodoxos)
en la discusión del texto de trabajo propuesto en las reuniones anteriores de
Chipre (2009) y Viena (2010), que se concentraba sobre el obispo de Roma en la
comunión de la Iglesia
del primer milenio.
En el
nuevo texto, la relación entre el primado y la
sinodalidad, entre el Primus y el cuerpo sinodal de los obispos en la Iglesia , es considerado
con referencia en su fundamento teológico, es decir a la luz de la Trinidad misma, en donde
la unidad de la naturaleza divina es común a tres Personas. El documento de Ravenna,
citando a San Basilio, habían indicado que en la Iglesia la conciliaridad ”refleja
el misterio trinitario y tiene su último fundamento en tal misterio”.
La
revisión de Ammán tratará de verificar nuevamente si
existe un consenso de fondo por lo menos en cuanto a los términos teológicos
con los cuales la conciliaridad y el primado habían sido delineados en el
documento de Ravenna, o si es necesario trabajar sin prisa sobre los ”preliminares”, esperando que
lleguen tiempos más maduros para encontrar un punto de
compatibilidad entre católicos y ortodoxos en torno al primado del Obispo de
Roma.
En
Empezando
por el texto aprobado por el Sínodo de la Iglesia ortodoxa rusa a finales de 2013, en el
que se insistía en la propia contrariedad frente al documento de Ravenna y
frente a cualquier hipótesis que reconozca al obispo de Roma un primado que no
sea solamente ”honorífico”.
Entre los
ortodoxos, la posibilidad de establecer una línea común, con consecuencias
incluso a nivel ecuménico, radica en el Santo y Gran Concilio al que convocó
Bartolomeo I para 2016. Con ese enorme encuentro eclesial se podrá ver si en la Ortodoxia prevalecen
quienes tienden a la clausura identitaria y nacionalista (que parecen dominar
en muchas Iglesias del Este de Europa) o quienes tienen un enfoque capaz de
aprovechar de las originales características ecuménicas y pastorales del
Pontificado de Papa Bergoglio.
”Los ortodoxos”, indicó el Patriarca Bartolomeo I en la
entrevista publicada por el periódico italiano”Avvenire” el pasado 26 de
abril, ”no perciben ahora en la institución
papal ningún rasgo de prepotencia, esa que en el pasado había obstaculizado las
relaciones entre los católicos y los ortodoxos. Por tanto, el ejemplo de Papa
Francisco plantea en términos nuevos todo el camino del diálogo ecuménico”.
Probablemente habrá que esperar el final del Concilio de
2016 para comprender si esta percepción se ha difundido y si tiene efectos
directos en el diálogo teológico sobre el primado. Mientras tanto, en el
Vaticano se percibe con optimismo el hecho de que haya sido el Patriarcado de
Jerusalén (que había sido uno de los más duros en relación con la Iglesia católica) el que
haya recibido y albergado a los miembros de la Comisión mixta.
En la
capital de Jordania los trabajos de la Comisión teológica se llevarán a cabo cerca de
las situaciones de sufrimiento y persecución que viven muchas comunidades
cristianas del Medio Oriente en la actualidad. El programa de las sesiones de
trabajo incluye un encuentro con prófugos de Siria. Y el contacto con la
cotidianeidad concreta de los cristianos del Medio Oriente podría ser fuente de
inspiración saludable para los trabajos de la Comisión y reducir el
riesgo de abstracciones con respecto a las expectativas y a los sufrimientos
verdaderos del Pueblo de Dios
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