COMANDANTE GRAN MAESTRE
orden de los caballaros de
su santidad el papa
"san ignacio de loyola"
homenaje
En 1999 el Congreso de
Plegaria del caballo de armas
“No. No hundas las rodajas de tus espuelas, en
mis ijares sudorosos. ¿No
sientes, acaso, mis tirones pidiéndote más rienda? Quiero llegar al enemigo antes que la
punta del acero de tu brava lanza.
Afírmate altanero en la silla, prepara el
brazo y deja las riendas que yo no he de volver.
Mis ollares olfatean la muerte; pero soy
criollo y voy al choque desafiante con el heroico escuadrón, tengo alas en los
cascos, que nunca el enemigo vio de atrás y escucha, valiente soldado
expedicionario mi relincho cual grito bronco y guerrero de mi raza.
Nada detiene mi
ímpetu. Los caídos
por la lanza traicionera que apenas hiere pero desangra, sí empañan sus pupilas
con lágrimas ¡Interprétalas soldado! Como desesperación, tristeza, pena, al no
haber llegado al encontronazo brutal, al crujir de huesos y dientes, a la lanza
rota y al nervudo brazo rojo en sangre y al jinete que cae sobre el jinete y al
grito y al insulto y al toque de carga repetido, como al mejor homenaje a ti,
mi amo, a mis hermanos moribundos, que también mueren por la Patria ”.
Yo llevé un moro de número,
sobresaliente el matucho!
Con él gané en Ayacucho
más plata que agua bendita.
Siempre el gaucho necesita
un pingo pa fiarle un pucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario