domingo, 13 de octubre de 2024

Leyes básicas del Tahuantinsuyo Ama Sua (no seas ladrón) Ama Llulla (no seas mentiroso) Ama Kella (no seas perezoso).


1er OFICIAL DE "COMUNICACIONES" DIPLOMADO 

EN "DEFENSA NACIONAL". 
DE GENDARMERÍA NACIONAL ARGENTINA 

PUEDO DECIR A TODOS USTEDES QUE 
ESTOY MÁS QUE ORGULLOSO 
DE SER  LO QUE HE QUERIDO  SER " UN SOLDADO"


DEL CENTRO DE EGRESADOS 
DE LA EX ESCUELA NACIONAL DE GUERRA - EDENA


Legión de Patricios de Buenos Aires 2024 

Presidente Julio Vicente Uriburu 
Secretario Alejandro Estrugamou

 Leyes básicas del Tahuantinsuyo

Ama Sua (no seas ladrón)
Ama Llulla (no seas mentiroso)
Ama Kella (no seas perezoso).

Organización política y social

Los incas gobernaron sobre múltiples culturas y etnias que en muchos casos poseían una trayectoria más larga en el tiempo que los propios incas. Desde la capital Cuzco, el "ombligo del mundo" en idioma quechua, el dominio incaico se extendió hacia los cuatro puntos cardinales. El imperio se denominó Tahuantinsuyo que significa "las cuatro regiones que se integran" y que eran: Chinchasuyo al norte, Cuntisuyo al oeste, Collasuyo al sur y Antisuyo al este en relación al Cuzco.

La jerarquía de mando del Tahuantinsuyo era muy rígida y vertical, pues el denominado Sapa Inca era quien tomaba las decisiones, secundado por los cuatro suyuyoc-apu (jefes de cada uno de los cuatro suyos) que residían en la capital. Otros consejeros asesoraban al Sapa Inca en materia judicial, militar o religiosa, además de un grupo de funcionarios que, en su calidad de veedores generales del Incario, se desplazaban por todo el imperio informando al Sapa Inca de cuanto sucedía. El Sapa Inca gozaba de todas las comodidades imaginables y su figura era respetada y venerada por todos. Entre sus privilegios también estaba el de poder elegir a sus mujeres entre las escogidas para tales fines.

Cada suyo estaba dividido en provincias o huamani, cuyos límites coincidían a menudo con las fronteras étnico-políticas preincaicas y eran encabezados por los apo o jefes. Los huamani se descomponían a su vez en sectores o sayas al frente de las cuales estaban los tocricoc o gobernadores. Por último, las sayas se constituían a partir de un número variable de ayllus, el núcleo social básico andino al cual nos referiremos más adelante, donde la autoridad era ejercida por los curacas o caciques.

En la administración del Tahuantinsuyo hay que destacar el funcionamiento de dos principios básicos: la reciprocidad y la redistribución. La reciprocidad, de una existencia anterior al dominio inca, era un mecanismo que operaba al interior de las aldeas y comunidades, permitiendo la ayuda mutua, la cooperación y la regulación de los intercambios. Así por ejemplo, las labores agrícolas eran ejecutadas por todos los miembros de un ayllu en virtud de los lazos de reciprocidad vigentes, y el producto del trabajo era repartido también entre todos.

El dominio inca modificó en parte esta situación, al exigir a las comunidades la entrega de cierta cantidad de su producción (agrícola, textil, metalúrgica, etc.) al imperio y a los almacenes del Tahuantinsuyo. Sin embargo, los funcionarios incas abastecían a los ayllus con mercaderías obtenidas de otras latitudes, a cambio de la producción local. Eso es lo que se llama redistribución, donde la figura del curaca cobraba una especial importancia al constituirse en intermediario entre la reciprocidad comunal y la redistribución estatal.

En cuanto a la estratificación social el ámbito andino se presentaba como un mosaico de diversos caciques y curacas, agrupados bajo la hegemonía de jefes de mayor rango. Bajo el dominio incaico este esquema varió, ya que los jefes principales aceptaron la preeminencia del Sapa Inca y reconocieron el nuevo ordenamiento estatal. Este grupo de señores regionales, a los que se agregaban los mayores funcionarios del imperio, los sacerdotes y algunos mercaderes, conformaban la élite del Tahuantinsuyo. Se distinguían de los demás por el uso de llamativos aros, por lo cual recibieron el nombre de "orejones", cuando arribaron los españoles.

El pueblo, por su parte, estaba constituido por una serie de grupos que desempeñaban distintas funciones. Ahí se ubicaban los artesanos; los hatun runas, que eran la gran masa campesina; los mitmaq, súbditos trasladados por los incas para colonizar zonas conflictivas dentro del imperio; los pescadores y, finalmente, los yanas quienes eran utilizados como servidores personales de la élite. El pueblo y la élite se vinculaban a través de los curacas locales y la burocracia estatal.

El ayllu era la unidad básica de toda la organización social, cuyos miembros reconocían antepasados comunes, aunque no constituían ni un clan ni un linaje. Cada ayllu, formado por aproximadamente cien familias encabezadas por un curaca, poseía tierras comunales que eran trabajadas por todos sus integrantes. Las familias tenían, asimismo, una porción de tierra (tupu), para satisfacer sus necesidades. A partir del dominio incaico, los ayllus también debieron cultivar tierras para el Sol (religión) y para el Inca (estado). La familia, formada por la pareja y sus hijos solteros, era, en síntesis, una unidad de producción y de consumo dentro de la cual se establecía la división del trabajo.

GRAN ABRAZO PATRICIO

Don Carlos Gustavo Lavado Ruíz y Roqué Lascano Ph.D.desciende de, Doña Margarita de Foix, Infanta de Navarra (madre de Don Martín López de Murúa y Lazcano), de Don  Lope García de Lazcano y Doña Sancha Yañez de Loyola. 

San Ignacio Lazcano de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que  el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo  Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.




viernes, 11 de octubre de 2024

!!!BASTA POR FAVOR". DE ADOLFO "VASCO ZABALZA"

 DON CARLOS GUSTAVO I°

1er OFICIAL DE "COMUNICACIONES" DIPLOMADO 
EN "DEFENSA NACIONAL". 
DE GENDARMERÍA NACIONAL ARGENTINA 

PUEDO DECIR A TODOS USTEDES QUE 
ESTOY MÁS QUE ORGULLOSO 
DE SER  LO QUE HE QUERIDO  SER " UN SOLDADO".

DEL CENTRO DE EGRESADOS 
DE LA EX ESCUELA NACIONAL DE GUERRA - EDENA


¡¡BASTA POR FAVOR!!  

Con tan solo cinco años 

Un ángel perdió su vida, 

En esta tierra podrida 

Por la lujuria y el daño, 

Mi patria precisa un baño 

De cultura y de moral, 

De castigo al inmoral 

Que abusa de un inocente, 

O a la madre indecente 

Maquiavela y criminal. – 

 

El niño Lucio se ha ido  

Y dos perras en pareja, 

Su crimen atroz festeja 

Con su accionar pervertido, 

Son pareja sin marido 

Que lucen pañuelo verde, 

Distintivo que se pierde 

En un mundo de excremento, 

Donde el horror pone acento 

Ante este mal que se extiende. – 

 

Es de esperar que las rejas 

Den albergue de por vida, 

A estas hienas mal paridas 

Sin permitirles una queja, 

Que no tengamos sorpresa 

Viéndolas en libertad, 

Deben pagar su maldad 

En las llamas del averno, 

Pudriéndose en un infierno 

De diabólica mortandad. – 

 

Mientras tanto el inocente 

Dejó su mundo terreno, 

Y con gesto muy sereno 

Entró en el cielo sonriente, 

Su abuelo y padre doliente 

De Dios han de recibir, 

La ayuda para vivir 

Sin la presencia querida, 

De aquel ángel que en vida 

Solo vivió en el sufrir. – 


Adolfo "vasco" Zabalza +
Agradecimiento de SS Francisco Papa

 FUERTE abrazo Patricio 


CENTINELA DEL DESARROLLO NUCLEAR ARGENTINO


DOCTOR EN FILOSOFÍA DE TEOLOGÍA CRISTIANA

RED INTERNACIONAL ANTINARCÓTICOS "LOS CAIMANES"






Don Carlos Gustavo Lavado Ruíz y Roqué Lascano Ph.D.desciende de, Doña Margarita de Foix, Infanta de Navarra (madre de Don Martín López de Murúa y Lazcano), de Don  Lope García de Lazcano y Doña Sancha Yañez de Loyola. 

San Ignacio Lazcano de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que  el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo  Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.



                                      

jueves, 10 de octubre de 2024

Mensaje del General de la Soberana Compañía de Loyola en vísperas de nuestro aniversario. La Soberana Compañía de Loyola en la República Argentina tiene similares responsabilidades históricas que las que asumió a fines del siglo XIX la generación del 80.

 DON CARLOS GUSTAVO I°

1er OFICIAL DE "COMUNICACIONES" DIPLOMADO 
EN "DEFENSA NACIONAL". 
DE GENDARMERÍA NACIONAL ARGENTINA 

PUEDO DECIR A TODOS USTEDES QUE 
ESTOY MÁS QUE ORGULLOSO 
DE SER  LO QUE HE QUERIDO  SER " UN SOLDADO"



DEL CENTRO DE EGRESADOS 
DE LA EX ESCUELA NACIONAL DE GUERRA - EDENA

“Existen circunstancias históricas en que una generación debe asumir la responsabilidad de definir los lineamientos fundamentales con lo que un país o una región responder a los desafíos de las transformaciones de su tiempo.


Argentina se enfrenta, contemporáneamente, con desafíos, recuperarse de la recesión de estos años, concretar y consolidar el proceso de integración del MERCOSUR, definir la forma de su inserción en un mundo en profunda transformación como consecuencia de la renovación tecnológica y productiva que se está desarrollando en nuestros días y simultáneamente, lograr la reconstrucción de principios de justicia social que hagan partícipes a sus habitantes de la riqueza que contribuyen a generar.

La modificación sustantiva de los contenidos científicos y tecnológicos en las que se basa la organización de la producción constituye una verdadera revolución y, asimismo forma parte, promueve y condiciona profundas repercusiones de dimensiones económicas, sociales, culturales, educativas, poblacionales y políticas en la totalidad de los sectores y países y de las relaciones entre ellos.

Educación, trabajo, tecnología y producción, constituyen los factores que interactúan para determinar el desempeño económico y social de los países en una etapa como la actual, en la cual están en plena transformación los paradigmas básicos.

No se los concibe en una secuencia de casualidad sino en activa interrelación en la que cada uno de ellos constituye insumo y producto, condiciones y estímulo, causa y consecuencia de los restantes, en un horizonte temporal que no se agota en el presente sino que debe extenderse en la determinación de sus efectos en el tiempo.

Estos conceptos, plantean exigencias específicas para responder a las heterogénea situación de cada una de las provincias e, incluso de las regiones que la integran, prácticamente si el objetivo que se persigue es colaborar con la construcción de un país equilibrado económica, social y políticamente.

A su vez, determinan los nuevos escenarios y el marco para la toma de decisiones y definen algunas de las premisas a ser consideradas, las cuales se comentarán a continuación.

La Soberana Copañía de Loyola en la República Argentina tiene similares responsabilidades históricas que las que asumió a fines del siglo XIX la generación del 80.

Las empresas para sobrevivir a estos desafíos debieron recurrir a su programación estratégica, La Soberana Compañía no puede limitarse a un activismo irreflexivo en la coyuntura. No se puede justificar en la urgencia de los problemas inmediatos la falta de elaboración de proyectos cuando, por el contrario, es la falta de proyecto los que nos hace esclavos de las urgencias.

A la visión estratégica y prospectiva, se incluye la reflexión acerca del territorio, la infraestructura, la educación, la cultura, la ciencia, la tecnología, la salud y la determinación del perfil productivo y ocupacional que es posible construir a partir de lo somos y tenemos.

Nada más claro para advertir el costo económico y social de las imprevisiones, nada más categórico, en nuestra República que las altas tasas vigentes de desempleo y las dificultades financieras y económicas de un país al que sus recursos naturales, técnicos, humanos y productivos debieran permitirle aspirar a otros horizontes de crecimiento y bienestar.

Es necesario, coadyuvar a la recuperaración de la capacidad orientadora para la elaboración y diseño, motivador de esperanzas y promotor de compromisos.

Construir un proyecto, implica debatir sus lineamientos y prioridades, determinar la forma de su integración continental y, para incorporar los cambios de los tiempos, actualizar los valores permanentes que no solo han perdido su vigencia, sino que resultan más actuales que nunca en esta etapa de transformación que está experimentando la sociedad humana.

Hay palabras y conceptos que han perdido su sentido y su valor social, desgastados por la corrupción, la soberbia, la obsecuencia y la impunidad. Responsabilidad social, vocación de servicio, compromiso, Patria y Pueblo, parecen expresiones del pasado cuando, en verdad, constituyen instrumentos para la transformación ética de la sociedad, para la recuperación de un país que ha olvidado su pasado y en consecuencia, para el renacimiento de una Nación que hoy está desorientada.

En la actualidad se está desarrollando un proceso de transformación tan intenso y generalizado que es posible reconocer en nuestros días un punto de inflexión a partir del cual habrán de modificarse todos los aspectos de la realidad, tal como ocurriera en otros momentos históricos y que obliga a la presente generación a plantearse algunas de las definiciones más significativas para el futuro argentino.

La propuesta no es utópica, si la utopía se percibe como sueño. La propuesta es recuperar la epopeya, que es una utopía que se construye con el trabajo de cada día”.

 FUERTE abrazo Patricio 

DOn Carlos Gustavo 



San Ignacio Lazcano de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que  el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo  Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.



 

Leyes básicas del Tahuantinsuyo Ama Sua (no seas ladrón) Ama Llulla (no seas mentiroso) Ama Kella (no seas perezoso).

DON CARLOS GUSTAVO 1er OFICIAL  DE "COMUNICACIONES"  DIPLOMADO  EN "DEFENSA NACIONAL" .   DE GENDARMERÍA NACIONAL ARGE...