viernes, 30 de mayo de 2014

Recordando al XXX General de la Compañía de Jesús. Adolfo Nicolás Pachón s.j (+). aseguró que la sociedad debe unirse frente a problemas como la violencia y el narcotráfico. El líder jesuita llamó a la unión dentro y fuera de la Iglesia.


Lo más importante: por Belen Zapata CNN
  • El lider Jesuita ve al populismo y el narcotráfico como las mayores amenazas para América Latina
  • Señala que el mundo ha cambiado de valores.
  • El 80% de los Jesuitas se localizan en países de América Latina, Asia y África.
GUADALAJARA (CNN/México). Ante el crecimiento del populismo y el narcotráfico en América Latina, el padre general de los jesuitas,Adolfo Nicolás Pachón convocó a pasar de la denuncia a la aportación de soluciones.

"Son datos preocupantes", dijo al citar a expertos que mencionan que el populismo está desplazando a la democracia en este continente y al destacar que en los últimos 6 años, los grupos armados han cobrado la vida de 80 mil personas tan sólo en Centroamérica.

"Aumenta la violencia fomentada por narcogrupos que han desafiado al mismo estado...crece el populismo, no la democracia, se manipula la información, el juicio sobre las situaciones en vista a una elección política, ¿qué pasa? que la gente no puede juzgar de una situación y va al voto solamente por imágenes", indicó.
En una conferencia dictada la noche del miércoles en la universidad ITESO en la capital del occidental estado de Jalisco, el líder mundial de los jesuitas expuso los retos que enfrenta esta congregación fundada en 1534.
"Tenemos que aceptar que estamos en un cambio de época, el cambio por el que está pasando el mundo es extraordinariamente grande y no sólo en materia de globalización, sino en términos de época, estamos cambiando en términos de valores, de instituciones y sistemas, el cambio que se está dando es radical", dijo ante un auditorio de más de 2,000 personas. 
"Una de las prioridades de nuestro trabajo en el mundo es crear puentes, buscar una nueva reconciliación, porque el mundo se está disgregando cada vez más, hay más interacción hoy más que nunca y, sin embargo, hay más división que nunca", sentenció.
Mea culpa de los jesuitas 

Aunque sin mencionar los escándalos en los que se ha visto envuelto la iglesia católica mundial por los casos de sacerdotes acusados de pederastia, el líder mundial de los jesuitas reconoció que al menos su congregación ha incurrido en "pecados históricos" como el protagonismo y se ha alejado de los laicos.

Sin mencionar causas, ni cifras exactas, Pachón admitió también que hay un descenso en el número de jóvenes interesados en sumarse a la compañía y habló de un cambio demográfico importante.
Documentos difundidos por la propia compañía de Jesús refieren, sin embargo, que hasta hace poco tiempo esta congregación contaba con 20 mil sacerdotes. Pero en la conferencia, Pachón dijo que eran 18,500.
"Hay menos vocaciones en Occidente,  Europa y Norteamérica, el 80% de los jesuitas están en Latinoamérica, Asia y África, lo que quiere decir que dentro de 20 años la compañía de Jesús tendrá cara latina, africana y asiática, a lo mejor soy yo el último general europeo", bromeó.

Pachón, nacido  en España, encabezará  el Encuentro Mundial de Universidades Jesuitas con sede en la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México.

La compañía de Jesús ha dedicado su ministerio principalmente a la educación; cuenta con 200 universidades en el mundo a las que asisten más de 1.5 millones de estudiantes, además opera 700 colegios y obras sociales y culturales en 127 países.

CENTINELA DEL DESARROLLO NUCLEAR ARGENTINO

D CARLOS GUSTAVO LAVADO RUÍZ ROQUÉ LASCANO 
 SOBERNA COMPAÑÍA DE LOYOLA
FUNDADOR 1ER GENERAL


Palabra de la CPAL: Más en las obras. Proyecto Apostólico Común.

Buenos Aires, 30 de mayo de 2014

Dice San Ignacio que el amor está más en las obras que en las palabras.

Por eso Jesús dice que el que lo ama, hace su voluntad.

En la segunda semana de los Ejercicios pedimos conocer para más amar y seguir más de cerca, que es una manera de hacer. Hacer cerca de, hacer con, hacer para. Jesús nos dice que no hay mayor amor que dar la vida por el amigo. Hacer que deviene entrega de lo que poseemos, hasta entregar lo que somos: la vida.

En la metodología del PAC, de la cercanía, conocer de cerca, con el entendimiento y el corazón, pasamos a la profundidad, comprender y amar desde el hondón de nuestra vida, y de ahí a la acción.
La acción que nace del amor. Acción transformadora. Muchas veces hemos comparado con la obra del artista, con énfasis en la creatividad requerida, que supone conocimiento, imaginación y corazón; o con la del obrero, con el peso puesto en la utilidad y el servicio, la intencionalidad de nuestra acción.

Ambas imágenes se complementan con una tercera: la del sembrador, cuya acción transformadora produce fruto, pero que no es el producto sólo de su saber, ni su querer, ni su voluntad productiva. Porque ni el que planta, ni el que riega, sino es Dios el que da el crecimiento. Es la espiritualidad de la acción que reconoce la acción del Espíritu en el movimiento creador del sujeto. Nos reconocemos como co-creadores, en una acción que involucra toda nuestra persona, incluida la presencia de Dios en nuestra vida.

Esto se nos hace más evidente en la acción educadora o evangelizadora que se realiza en relación a una persona, que invita a crecer en libertad; que no trabaja sobre una materia prima pasiva, que se deja modelar y transformar, sino que entra en diálogo activo, mutuamente transformador, hasta, como insiste Paulo Freire, hacer al educador educando, que aprende y crece en su acción, y al educando convertirlo en educador, que no sólo recibe, sino que aporta en el mismo acto de aprender.

Por eso hablamos de ser contemplativos en la acción. Porque en nuestra acción transformadora contemplamos a ese Dios presente como quien trabaja, del que nos habla la contemplación para alcanzar amor.

En ese sentido la Eucaristía es símbolo y sacramento de nuestra actividad transformadora del mundo. 

El pan y vino que en nuestra manos, por nuestra palabra y nuestra acción, se vuelven Dios presente y nos abren a la acción transformadora de Dios. Y por eso toda nuestra acción se vuelve eucarística, en cuanto hace presente al Dios que transforma y redime la realidad.

Nuestra vocación es misionera, es apostólica. Estamos llamados a colocarnos bajo la bandera de Cristo, a involucrarnos en su misión, que da sentido a nuestra vida toda. Vivimos orientados a la acción, en servicio de la fe y promoción de la justicia en un mundo intercultural e interreligioso. Nuestra oración, nuestro estudio, nuestra vida comunitaria deben ser misión. No sólo orientados para la misión, sino misión en sí mismos, de alguna manera sacramentales, que comienzan a realizar lo que anuncian y buscan.

Por eso nuestra acción tiene que ser en colaboración. Porque nuestra misión es construir comunidad, la comunidad del Reino. Y la acción misma tiene que ser constructora de comunidad, en colaboración. Tiene que crear relaciones de fraternidad, no de subordinación, en la actividad de la vida humana, que es compartida y creadora. La colaboración no es un añadido, sino constitutiva de nuestra acción apostólica.

Lo nuevo que añade el Proyecto Apostólico Común es la incidencia. Es una acción que no busca sólo la transformación directa, sino pretende crear olas, influir para que otros actúen. En una sociedad cada vez más compleja y plural, más institucionalizada y relacionada en redes múltiples y globales, más conflictiva y contradictoria, no basta con la acción directa personal, que sigue siendo el núcleo de nuestra misión. Es necesario incidir también en las redes y estructuras, pensar nuestra acción para que provoque olas, para que dispare movimientos que desde las redes y estructuras, entren en diálogo con la complejidad de nuestro mundo plural, que teja consensos desde nuestra disparidades.

Ya no se trata de imponer criterios morales o dogmáticos desde los centros de poder. Es necesario entrar en diálogo con un mundo intercultural e interreligioso para crear olas de humanidad abierta a la trascendencia. Nuestras prioridades nos hablan de esta actitud: la inclusión, la apertura a los jóvenes, el diálogo entre fe y culturas, la solidaridad latinoamericana.

Por eso en nuestro Proyecto Apostólico Común la acción se extiende hasta la incidencia.

Esta es la tercera nota de la metodología del PAC: su orientación a la acción transformadora y la incidencia más que a las palabras y declaraciones.

Jorge Cela, S.J

Argentina – Uruguay: Encuentro de la Red Juvenil Ignaciana (RJI).







Quiénes somos 


Los Caballeros de la Orden, soldados de Dios, somos jesuitas laicos, somos hombres y mujeres de frontera, dispuestos a estar en aquellos lugares donde hay situaciones de injusticia, donde otros no pueden o no quieren estar, donde se puede tener un efecto multiplicador en bien de la misión. Hombres preparados para responder a las necesidades de nuestro mundo, solidarizándonos con las víctimas de esta historia y así acompañar a Jesús rumbo a la cruz. Somos Compañeros de Jesús, amigos para la misión, y estamos al servicio de la Mayor Gloria de Dios.


Orden Caballeros del Papa en América
Los Jesuitas conquistaron Sud América para la Iglesia de Roma 
(dijo Lord Maculay)


Bandera de las Américas, adoptada como símbolo de las Américas
por la séptima conferencia internacional Americana de
Montevideo el 13 de diciembre de 1933

Bula de la Santa Cruzada en América
Se dedicaba a los gastos de la guerra contra los infieles



El fin de semana del 10 y 11 de Mayo nos reunimos en el “Centro Manresa” de Córdoba, Argentina, Jóvenes Referentes de los distintos grupos de la RJI de Argentina y Uruguay. Comenzamos nuestro Encuentro presentando y compartiendo las actividades y propuestas de cada Núcleo y Red local. Como propuestas de trabajo, tuvimos distintas exposiciones: el padre Ángel Rossi nos presentó la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium y el padre Fernando Cervera nos brindó un taller sobre adicciones en el mundo de hoy. Como conclusión de lo trabajado, queremos transmitirles el siguiente mensaje:

Como jóvenes de la RJI concluimos que, mirando las realidades de las que somos parte, no podemos dejar las cosas así como están; debemos salir al encuentro con el otro y ser callejeros de nuestra fe, respondiendo a estas realidades desde la alegría que nace del encuentro con el Señor. Por esto, estamos invitados a detenernos, tender puentes de encuentro con el Señor y acompañar de cerca a aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad y pobreza.

¿Para qué detenernos?

En este mundo que nos invita a una vida acelerada, queremos detenernos para contemplar nuestro interior con el deseo de ser coherentes con los valores del Evangelio, reconociendo –previamente- la incoherencia en la que muchas veces vivimos. Identificamos que también es necesario detener el paso, dejar de lado la ansiedad, mirar a los ojos y escuchar, especialmente, a aquellos que han quedado al costado del camino.

¿Para qué tender puentes?

Nuestro deseo de tender puentes nace de la conciencia de que somos felices en la medida en que estamos en unión con Dios, y esta felicidad merece ser compartida. Estamos convencidos de que en el encuentro personal con Jesús está la fuente de la alegría. No se puede dar una buena noticia desde la tristeza, sólo con alegría se hace creíble nuestro mensaje.

¿Para qué salir al encuentro del otro y acompañar de cerca?

Sabemos que, saliendo de nosotros mismos y de nuestras comodidades, nos identificamos más de cerca con el estilo de vida de Cristo, lo que implica una entrega comprometida y la concreción de un amor que se manifiesta más en obras que en palabras.

Se nos invita, entonces, a revisar de qué manera estamos viviendo nuestra misión, y a no olvidarnos que lo central está en compartir con todos la alegría de nuestra fe en la persona de Jesús. Desde nuestro humilde lugar de servicio, como Referentes de la RJI, los animamos a todos y cada uno a seguir renovando a diario el compromiso por Cristo y su Reino.

jueves, 29 de mayo de 2014

El Superior General de los jesuitas renunciará a su cargo en 2016.



El General de la Compañía de Jesús, el español Adolfo Nicolás Pachón SJ, ha anunciado que desea presentar la renuncia a su cargo. Por esta razón, a finales de este año, convocará la 36ª Congregación General de la Compañía de Jesús para que se celebre en 2016. En la Congregación presentará su renuncia y, si la Congregación lo acepta, se elegirá a su sucesor.  El padre Nicolás ha hecho el anuncio a través de una carta en la que manifiesta haber obtenido la aprobación de los Asistentes ad providentiam de la Compañía de Jesús y de haber informado al Papa Francisco.

En la carta, el  General, indica que “han pasado ya varios años desde mi elección como Superior General de la Compañía y recientemente he cumplido 78 años. Al considerar los años que se acercan, he llegado al convencimiento personal de que he de ir dando los pasos para presentar mi renuncia a una Congregación General”. Y pide a nuestra Señora de la Strada “que ponga a la Compañía con Su Hijo en este itinerario de discernimiento que ahora iniciamos”.

La Congregación General es el órgano supremo de gobierno de la Compañía de Jesús que solamente se convoca para tratar asuntos de especial importancia o para elegir a un nuevo Superior General. En ella participan jesuitas de todo el mundo elegidos por los miembros de la orden.

El cargo de General de la Compañía de Jesús es vitalicio, pero las Constituciones de la orden contemplan la posibilidad de la renuncia al mismo. Tal y como recuerda la página web de los jesuitas en España, en 2008, durante la pasada Congregación General, el padre Peter-Hans Kolvenbach, después de obtener el consentimiento del papa Benedicto XVI, renunció al cargo. En aquel momento adujo su avanzada edad (cercano a los 80 años) y la larga duración de su gobierno, que duró casi 25 años. Había anunciado este deseo y la convocatoria de una Congregación General tres años antes.

Organización y gobierno de la Sobrerana Compañía de Loyola.

  S oberana   C ompañia de   L oyola C uerpo   S ocorro  A r gentino " T cnl   D   J osé   M aría   R ojas   A rgerich" (CHRISTIFI...